La plaga de alga asiática avanza sin control

La plaga de alga asiática "Rugulopteryx okamurae" continúa propagándose sin control y todo hace indicar que este verano causará más estragos en el litoral malagueño, según avanza el informe encargado por el Ministerio para la Transición Ecológica a la Universidad de Málaga.

Este análisis de riesgo es el primer paso para que el Gobierno pueda incluir esta planta en el Catálogo de Especies Invasoras, y a partir de ahí, la Junta de Andalucía pueda articular medidas urgentes y preventivas que puedan frenar su avance.

El estudio ha tardado casi tres meses en elaborarse y ahora serán las comisiones de Medio Ambiente las que decidan si es incluida en el Real Decreto 630/2013.

De momento, este análisis ha podido determinar que el avance de "esta especie es imparable y se encuentra en el inicio de su propagación", según la coordinadora del trabajo, María Altamirano, profesora del departamento de Biología Vegetal de la UMA.

La plaga, introducida hace cuatro años por aguas de lastre, alcanza ya el litoral de Almería. " Y todavía se desconocen sus ciclos de reproducción" algo que sería determinante para controlar su expansión.

Altamirano hace un llamamiento a la responsablidad de todas las administraciones para puedan coordinarse planes de prevención y es "que todavía se puede hacer algo en zonas no afectadas".

Lo que si se atreve a predecir es que "la imagen de playas cubiertas de algas volverá a repetirse este verano en mayores superficies".

Los sectores pesquero, turístico y medio ambiental todavía están calculando los daños que el verano pasado provocó esta bioinvasión y es que "tan solo podemos constatar lo que es una evidencia en la temporada estival y coincidiendo con la subida de la temperatura del mar alcanza la orilla"

El equipo de investigación solo cuenta con una financiación privada de 3000 euros, del Instituto de Estudios Ceutíes, y lleva dos años esperando aportaciones de la Junta de Andalucía.

Este alga invasora procede de las zonas templadas de China, Corea y Japón y fue descrita por primera vez en 2005 en Ceuta, donde ya se recogen cinco mil toneladas cada año.