Investigadora del CSIC ve exagerada e innecesaria la alarma en Zaldibar

Zaldibar

La investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Begoña Jiménez ha afirmado este martes que las muestras de aire en la zona del derrumbe del vertedero de Zaldibar (Bizkaia) arrojan resultados de dioxinas "enormemente bajos" y ha considerado que se ha generado una alarma "exagerada y quizá innecesaria".

"Las medidas garantistas que se han adoptado -cerrar ventanas, no practicar deporte al aire libre...- son oportunas y razonables para minimizar la exposición, pero creo que han producido el efecto contrario; la situación no es para que cunda el pánico ni para pensar en comprarse un traje espacial que nos proteja del aire que respiramos. Hay que tener cuidado con el miedo", ha puntualizado.

Jiménez, que pertenece al grupo de Análisis Instrumental en Medio Ambiente, Alimentos y Salud del CSIC, ha comparecido en conferencia de prensa tras la reunión diaria de la mesa de crisis de seguimiento del desprendimiento, que se ha celebrado en Zaldibar con presencia de diferentes representantes institucionales y técnicos del Gobierno Vasco.

Esta experta ha lanzado un "mensaje tranquilizador" a la población del área afectada por el derrumbe y los posteriores incendios -Zaldibar, Eibar y Ermua, que suman 46.000 habitantes- y ha asegurado que la presencia en el aire de dioxinas, consideradas contaminantes orgánicas persistentes, está en niveles "más elevados de lo normal, pero aún así muy bajos, casi en el límite de la detección".

"Se han detectado 720 femtogramos (milbillonésima parte del gramo) en un metro cúbico, un valor relativamente bajo, y en una muestra puntual y única tomada la semana pasada", ha dicho Jiménez, quien ha afirmado que se continúan procesando otras muestras de aire cuyos resultados se darán a conocer el próximo jueves y que confian en que presenten niveles "aún más bajos".

También ha comparecido el director de la Agencia Vasca del Agua (URA), Ernesto Martínez Cabredo, quien ha recordado que el agua de consumo en la comarca está en "excelentes condiciones, como siempre", y que únicamente se ha detectado amonio (un compuesto de nitratos) y cadmio en el agua de los ríos, pero en niveles que "no son para alarmar".

"Estos elementos existen en todos los vertederos porque vienen de las descomposiciones de los propios productos que se depositan allí. Lo que ha ocurrido es que por el derrumbe se han quebrado las conducciones que los dirigían a depurar y que ahora habrá que reconstruir", ha explicado.

Ha asegurado que la población puede estar "tranquila" ya que los análisis del agua dan como resultado "lo que esperábamos y se está controlando de forma razonable".

También ha expresado un mensaje de tranquilidad Amaia de Ariño, responsable de la Fundación Vasca para la Seguridad Agroalimentaria-Elika, quien ha informado de que tras analizar muestras del suelo de los caseríos cercanos al vertedero se ha decidido "levantar la recomendación" de no consumir alimentos cultivados en esa tierra ya que "todos los parámetros analizados han arrojado resultados por debajo de los niveles de referencia en contaminantes químicos".

Según ha precisado, esas explotaciones agrarias son de pequeño tamaño y, en su mayoría, destinadas al autoabastecimiento.

Martínez Cabredo se ha referido también a qué destino dar a los residuos que antes se depositaban en este vertedero y, tras reconocer que se trata de "un volumen diario muy importante", ha considerado que este problema "tardará en resolverse".

"Tenemos que hacer una evaluación de los vertederos que pueden hacerse cargo de estos residuos y de los vertederos que se puedan necesitar, y hasta entonces las empresas emisoras los están recolocando, pero hay que darle una solución".