Sociedad
LA HISTORIA DETRÁS DE LA CANCIÓN CON JOSÉ IBARRA

Un himno a la vagina: "Sugar Walls"

La canción de Sheena Easton que traemos hoy, compuesta por Prince, no hablaba precisamente de muros de azúcar. Nos lo cuenta José Ibarra en la edición nº 87 de LA HISTORIA DETRÁS DE LA CANCIÓN

Sheena Easton. / Getty Images

Cartagena

LA HISTORIA DETRÁS DE LA CANCIÓN #87. EMISIÓN 23/02/2020

ARTISTA: SHEENA EASTON

CANCIÓN: MY SUGAR WALLS

AÑO: 1985

HISTORIA: HIMNO A LA VAGINA

VIDEO: SUGAR WALLS - SHEENA EASTON

Qué bonito es hablar de una cosa sin nombrarla. La de vueltas que damos para hacerlo en cualquier lengua: ya sea el inglés o el español. Elipsis, metáforas, metonimias, sinécdoques. La literatura usa esos recursos y las letras de las canciones del pop, también. En todos los idiomas. Resulta muy elegante, correcto y divertido hablar de algo delicado que tiene un nombre feo pero usando otra expresión más imaginativa, que no ofenda a una mentalidad biempensante, puritana o, simplemente, con buen gusto. Es lo que hizo Prince cuando escribió “Sugar walls” para que la interpretara la cantante Sheena Easton en 1985, y es el tema que traemos hoy a LA HISTORIA DETRÁS DE LA CANCIÓN.

Una canción muy del estilo de Prince: una mezcla de funk y R&B, con gotas de soul y rock no muy guitarrero, más bailable que otra cosa. Era el estilo reinante a finales de los ochenta. Prince era el artista total: capaz de componer las canciones, tocar todos los instrumentos, intervenir en la coreografía, maquillajes y vestimentas y producir el álbum. Tanto para él mismo como para otros artistas. Es el caso que nos ocupa hoy: escribió esta canción y la prestó a Sheena Easton.

Y esta canción, “Sugar walls”, literalmente traducible por “mis muros de azúcar”, no hablaba ni de pasteles, ni de dulces, ni de casitas de caramelo coronando tartas de cumpleaños. No se hablaba aquí ni de azúcar ni de muros. No: la repostería no era el tema, precisamente. Esos muros dulces no eran ni más ni menos que la metáfora de la vagina de la cantante, pero así, sin nombrarla. Mis muros de azúcar. Claro, era eso. Qué imagen, pero qué imagen.

LA HISTORIA DETRÁS DE LA CANCIÓN CON JOSÉ IBARRA 23/02/2020

08:24

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1582292366_851342/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Prince vivió varias etapas: una muy sexualizada; otra muy en plan divo; otra más religiosa, pues se convirtió a los Testigos de Jehová; otra más toxicómana, pues murió de una sobredosis de fentanilo en su casa a los 57 años de edad. Prince era mucho de todo. Era ese tipo de hombre capaz de llevar abrigo de pieles, tacones y sombra de ojos y ser capaz también de llevarse a tu novia delante de ti. Y la canción que escribió para Sheena Easton pertenece a esa etapa hipersexualizada de Prince. La letra de “Sugar Walls” no es explícita, pero lo sugiere todo: “vengo de un lugar llamado cielo; ese lugar al que todos los chicos buenos acaban yendo: pero el lugar de donde vienes es mucho más: mis muros de azúcar. Las temperaturas son altas dentro de mis muros de azúcar; déjame llevarte a donde nunca has estado; puedo mostrarte cosas que nunca has visto; ven a pasar la noche dentro de mis muros de azúcar. Tu cuerpo echa fuego, admítelo. Ven dentro de mis muros de azúcar, ven a pasar la noche dentro de mis muros de azúcar”.

Nosotros en España no nos enterábamos de nada. Una cancioncilla bailable más. Pero en Estados Unidos se formó el revuelo. Una asociación conservadora, el Centro de Recursos Musicales de Padres, el PMRC por sus siglas en inglés, la nominó dentro de las 15 canciones más asquerosas de América e inapropiada para que la escucharan los menores de edad. Ay, qué estrechez de miras. Anda que no hay cosas de las que quejarse en el mundo. Una canción tan cuidadosa que habla inocentemente sobre el sexo de una mujer no creo que pervierta nada a nadie pero, en fin, la mentalidad ultraconservadora es así. Matan moscas a cañonazos viendo escándalos donde no los hay. En estos tiempos de porno duro y agresivo (¿contra eso no se lucha?), que algo tan inofensivo como esta insinuante canción de Sheena Easton suscitara la protesta de los conservadores americanos me parece hasta entrañable.

Los “muros de azúcar” de Sheena Easton escritos por un Prince hipersensual son los protagonistas hoy de LA HISTORIA DETRÁS DE LA CANCIÓN y no, no es una canción asquerosa: más bien un simpático divertimento que nada más que consigue hacernos sonreír, y ya está. “Sugar Walls”, de Sheena Easton.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00