Aranda quiere al carnaval

Aranda de Duero

Es una época de celebración, y no una cualquiera. Es la única época del año en la que, quizás, nos atrevemos a desinhibirnos y ponernos cualquier cosa. O quizá algo más elaborado. Un traje de sevillanas, un tutú… Todo vale para disfrutar. Este sábado en Aranda olía a festividad, y sobre todo a buen rollo, que es lo que importa. Cientos de lugareños decidieron salir a la calle para participar en el desfile de carnaval que se inició pasadas las 18.30 horas en la Avenida de Burgos.

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Disfraces de todo tipo y siempre precedidos por la batucada ‘Gurús’ -que encabezaban el desfile- Asociaciones de Vecinos, AMPAS y muchos otros colectivos de amigos se encargaban de poner color a la tarde-noche del sábado. Sobre el firme de la calle Carrequemada desfilaban varias charangas entremezcladas entre muy currados disfraces.

Podían visualizarse, por ejemplo, diversos emojis preparados por el Colegio San Gabriel, una carroza con currados robots del AMPA del Colegio de Santa Catalina, o un barco con Peter Pan y otros personajes infantiles junto al Big Ben, en esta ocasión del colegio Vera Cruz.

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No eran los únicos. Muchos pequeños disfrazados de osos polares mandaban un bonito mensaje sobre la importancia de reciclar, reutilizar y contribuir a un mejor planeta. El AMPA del Fernán Gonzázlez tiraba por lo sonoro, con cinco tipos de disfraces musicales entre los que destacaba el coro de gospel. Y no podía faltar a la cita 'Vaya Cuadrilla', que sorprendía con su disfraz de moñigote anunciando de forma divertida la Ciudad Europea del Vino.

Pero también había hueco para los disfraces de animales, fregonas, un muy trabajado grupo de Pinypons... En definitiva, mucho humor y buen rollo en las calles, y no solo por los disfrazados. Porque al paso del desfile se situaron muchos arandinos que también quisieron vivir de primera mano el ingenio de sus convecinos. Algunos incluso, disfrazados, prefirieron ver el paso 'desde la barrera'.

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Finalmente, y por la entrada frente al cine antiguo, quienes dieron luz, alegría y color al sábado finalizaron su recorrido en la Plaza Mayor, donde la macrodisco Magnum recibió a los disfrazados y amplió la fiesta hasta la madrugada.

Días especiales donde lo importante no solo es disfrazarse y pasarlo bien, sino hacerlo en compañía y demostrar que la gente de la Ribera es carnavalera, festiva, y dicharachera.

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