Un punto de inflexión

Palma

Lo de ayer fue un festival para todo aquel que se preste a ver un rato entretenido de fútbol. Por lo menos a nivel de goles. Seis goles se vieron en el Benito Villamarín para prolongar la estadística de que el Mallorca no gana fuera de casa y para hacer perdurar en el tiempo el "run run" sobre la figura de Rubi en Sevilla.

El Mallorca hizo muchas cosas que hacía siempre, pero también hizo otras que no había hecho nunca. Hablamos siempre de esta temporada.

Se puso por delante en el marcador no en una (0-1), en dos (1-2) ocasiones y al igual que hizo una sola vez este curso en Balaídos, llegó a ir por detrás con el 3-2 y supo rescatar un punto de un escenario que se había preparado para jugar Europa este año y que está prácticamente descartado salvo milagro.

Otra vez la fragilidad en defensa del Mallorca asusta en ocasiones, dos penaltis señaló Gil Manzano, uno de Koutris y otro de Fran Gámez que permitían al Betis engancharse a un partido que tanto el Cucho y Budimir con sus golazos se habían empeñado en que no fuera así anteriormente.

Llegó a señalar un tercero, sobre Baba pero en la revisión de VAR rectificó su decisión inicial.

El Mallorca despejó varias incógnitas en sevilla anoche, por ejemplo la del rol fuera de casa. Los jugadores salen reforzados de la actuación en un campo como el Betis pese al empate. Es un equipo que puede hacer daño cuando juega a tumba abierta. Es verdad que es la misma tumba que deja espacios imperdonables para delanteros que estén más atinados de lo que estuvieron ayer los del Betis.

Pero se sigue llevando otras todavía ya pensando en recibir al Getafe la próxima jornada como por ejemplo:

¿Está Kubo lo bastante dosificado e integrado ya como para dejar de ser el cambio del minuto 60 y ser titular indiscutible?