Viajes que nunca volverías a hacer

Córdoba

En medio de la tercera semana de confinamiento por el coronavirus, en Hoy por Hoy Córdoba volvemos a contactar con la paraje de colaboradores más aventurera del programa: el cicloturista José Juan Luque y el montañero Aristóteles Moreno.

Tranquiliza comprobar que ambos siguen aceptando con tranquilidad y resignación este enclaustramiento hogareño que les mantiene alejados de sus añoradas carreteras secundarias y verdes montañas.

Y puestos a charlar de algo con dos personas que acumulan tantas experiencias en rutas y parajes de toda la geografía española, hoy les hemos pedido que nos hablen de esos viajes que no recomendarían ni a su peor enemigo. Y como vamos a comprobar, en ambos casos, curiosamente, la meteorología tuvo mucho que ver a la hora de arruinar una escapada que no tendría que haber acabado así.

Por el interior Andalucía en pleno verano

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José Juan nunca olvidará aquel verano de 2015 cuando pensó que el mes de julio era una época, tan buena como cualquier, otra para cruzar Andalucía de punta a punta, en bicicleta. "El viaje tenía que llevarnos, a un amigo y a mí, desde Huelva hasta Almería, pero no fuimos capaces de llegar ni a Ronda", confiesa nuestro cicloturista. Nada más abandonar la costa onubense "nos dimos cuenta de que hacía tanto calor que teníamos que empezar a pedalear a las seis de la mañana, refugiarnos a la sombra de los túneles cuando parábamos a comer y buscar cualquier alberca para refrescarnos". Una experiencia que nuestro experimentado rutero todavía recuerda "como un infierno" al que el y su amigo pusieron fin al llegar a Ronda, tras varios días de enfados y sufrimiento. "Nos despedimos en la estación de tren y no nos volvimos a hablar en todo el verano".

Fuente Obejuna bajo el diluvio

Acostumbrado a recorrer algunas de las sendas de montaña más duras de la geografía española, llama la atención que "la única ruta" que no le gustaría repetir a Aristóteles Moreno, después de veinte años, sea la que una vez le llevó por el suave paisaje de Fuente Obejuna.

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La lluvia, nos cuenta, "caía que aquello parecía el diluvio universal". Aristóteles recuerda que no dejó de llover desde que bajaron del autocar hasta que regresaron a él, seis horas después. "Los arroyos parecían el Amazonas y muchos acabaron en el agua". Una mala experiencia de la que no se repuso ni con la cervecita con la que habitualmente los montañeros se recompensan por el esfuerzo realizado. Una ruta que, confiesa Aristóteles, le sirvió, además, para comprobar que el goretex "tiene sus límites".

Dispuestos a no repetir los errores cometidos en aquellas excursiones, José Juan Luque y Aristóteles Moreno ya andan preparando las escapadas que harán tan pronto acabe el confinamiento. Y que, con suerte, compartirán con nosotros en algún capítulo futuro de La Recompensa.