El Aeropuerto de Málaga esta Semana Santa: de 800.000 a cero pasajeros

Málaga

El Aeropuerto de Málaga es la principal puerta de entrada del turismo nacional e internacional en la Costa del Sol. El estado de alarma ha provocado que la infraestructura se haya quedado completamente vacía. Solo se ve a los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias desinfectando unas terminales que hasta hace pocos días esta atestada de pasajeros.

La Semana Santa es una de las épocas del año que supone un mayor movimiento de viajeros en el aeropuerto de la provincia. El dato es demoledor: de los más de 805.000 pasajeros que cruzaron la terminal entre el Viernes de Dolores y el Domingo de Resurección de 2019 se ha pasado a cero viajeros en la Semana Santa de 2020 como consecuencia del Covid-19.

El daño económico al turismo, principal fuente de ingresos de Málaga, es incalculable ahora mismo según reconocen los empresarios del sector turístico. La estimación inicial se cifra en más de cien millones de euros según los cálculos de la Universidad de Málaga que elaboró un informe al respecto hace un par de años.

En las pantallas de la terminal 3 de Aena en Málaga se pueden ver algunos vuelos puntuales (sobre todo entre Barcelona y Málaga) operando así como otro grupo de operaciones en las que se puede leer "cancelado". Ocurre en vuelos de salida y llegadas. Apenas hay programados tres o cuatro vuelos al día. Se trata de operaciones para repatriar a los pocos viajeros que aún se encuentran fuera de esta provincia o que esperan llegar a Málaga en estos días debido a que no lo han podido hacer con anterioridad.

Hace justo un año se realizaron casi cinco mil operaciones en este aeropuerto -el quinto peninsular con mayor movimiento de España- a lo largo de los diez días de Semana Santa; este año apenas se llega a una docena de operaciones, algunas de las cuales aún se pueden cancelar. Una imagen nunca antes registrada en Málaga y menos en esta época del año. En las dos pistas del aeropuerto permanecen estacionados numerosos aviones. Y así permanecerán durante varias semanas. De los tres mil trabajadores de las terminales queda un importante número de personal, pero nada que ver con el bullicio habitual de esta época del año. Tiendas y cafeterías permanecen cerradas. Ya no hay colas en facturación o en los controles de pasajeros. El aeropuerto permanece, como el resto de la ciudad, en parada prácticamente absoluta.