Compartir impresora entre 5 o ir a hacer la compra sin dejar solo en casa a tu hijo

Zaragoza

¿Cómo adaptar el teletrabajo de los padres a las dudas de los hijos en las actividades telemáticas que les mandan desde el colegio? Esta es uno de los grandes retos a los que, la mayoría de familias con niños en edad escolar se están enfrentando estos días de confinamiento.

"Estamos intentando convivir los 5 y compaginar lo que es el trabajo diario con las rutinas de la escuela y con la experiencia de no salir de casa". Es la máxima de Sergio y su familia con 3 niños para este encierro domiciliario excepcional, que tiene algo que ver la que se marca la familia monomarental de Paula, pero en las antípodas de la rutina diaria de Ángeles, que vive con su madre mayor. Son 3 familias diferentes que afrontan, de forma diferente, el confinamiento.

Sergio, su mujer y sus tres hijos de 12 y 8 años, son familia numerosa. Se están adaptando a la situación, aunque reconocen, que son afortunados. Tanto él como su mujer están en casa teletrabajando, aunque eso entra en conflicto con las dudas escolares de sus hijos.

"Hacer una rutina diaria y una programación diaria  es muy complicado", reconoce Sergio. En su caso, "estoy trabajando, intento hacer mi horario normal, pero cada dos por tres van entrando los críos: 'a mí esto no me sale, ayúdame a hacer esto'"

Y no es el único problema. Una conexión de internet para 5 , y eso que sus hijos trabajan los materiales que reciben del colegio en papel, pero claro, hay que imprimirlos.

También se sabe privilegiada Paula, que vive sola con su hijo de 6 años. Es profesora universitaria, asociada, y también teletrabaja. Para no dejar a su hijo solo, la compra se la trae su hermano, por eso piensa en las madres solas sin el apoyo familiar. "Soy afortunada dentro de lo que cabe" porque "hay muchas mujeres migrantes, por ejemplo, que son monomarentales y no tienen familia y es un problema muy grave cuando no hay una persona adulta que pueda quedarse en casa con los niños", afirma.

Con más tranquilidad se ha tomado el confinamiento Ángeles, jubilada de 70 años que vive con su madre, y a que le sigue insistiendo: esto "no es como la guerra" porque "tenemos para comer, agua y luz".

Ella no tiene miedo pero su madre sí. Entre sus objetivos del día a día: mantener el contacto con su círculo más cercano. Y para eso internet y la tecnología ha abierto ventanas y balcones sin ser las 8 de la tarde.

"Con la gente de mi entorno nos seguimos comunicando por WhatsApp, por todos los medios que tenemos; seguimos teniendo un trato normal pero por teléfono", incide Ángeles.

Pero no solo por los aplausos, Ángeles cree que la sociedad aragonesa se esta comportando de forma ejemplar en estos momentos.