La falta de trabajadores amenaza la cosecha del ajo
Cultivadores y organizaciones agrarias reclaman que se autorice la movilidad de los temporeros extranjeros y estiman que la contratación de parados españoles no resolverá este problema, porque lo que se necesita es mano de obra especializada
Benavente
La limitación en los desplazamientos y cruce de fronteras está poniendo en riesgo la inminente campaña de recolección del ajo en la provincia, por la dificultad que tienen los trabajadores rumanos que todos los años viajan hasta la comarca de La Guareña para emplearse en esa tarea.
La veintena de cultivadores de ajo en esa zona están muy preocupados porque queda menos de un mes para iniciar la recolección en unas 250 hectáreas de ajo con destino industrial y cuyo valor potencial superaría los 3 millones de euros.
Producción que todos los años cosechan unos 120 trabajadores procedentes de Rumanía que se desplazaban para la campaña y prolongaban su estancia empleándose luego en la cosecha de la cebolla, la patata y la vendimia. Con el cierre de fronteras y el estado de alarma, apenas una treintena han podido llegar este año, a través de Portugal. Los cultivadores advierten que contratar a parados nacionales, no va a resolver el problema de los agricultores, dado que lo que se necesita es una mano de obra especializada.
En la jornada de este martes, se reúne nuevamente la comisión provincial de seguimiento de las medidas en materia de empleo agrario y la COAG ya ha advertido que insistirá en solicitar ante el Gobierno que se autorice la movilidad de temporeros extranjeros como otros países europeos.