Repensar Málaga, con Pilar Alarcón

Málaga

Espacio de Hoy por Hoy donde reconocidas voces expertas explican en la SER cómo debe salir Málaga de la pandemia del coronavirus y cómo debe ser la ciudad en un futuro. Hoy reflexiona sobre el turismo Pilar Alarcón, Catedrática en la Escuela Universitaria de Comercialización e Investigación de Mercados. Ya puedes escucharla.

Estamos ante una situación drásticamente nueva y, por lo tanto, sin puntos de referencias en los que apoyarnos para hacer previsiones. Es cierto, que antes hemos pasados por crisis económicas y, aunque sabemos los retos que conlleva, si el escenario actual fuera sólo una crisis económica tendríamos referencias (ideas) de cómo actuar, pero hoy debemos hablar de algo más que una crisis económica. También es crisis una de desconfianza del turista y esto es algo nuevo, como también lo es su dimensión global.

En cuanto a la dimensión global. El cierre de fronteras y las recomendaciones de no viajar al extranjero por parte de la mayoría de los países va a impedir una recuperación del turismo extranjero hasta al menos fin de año. Centrémonos pues, si deseamos hablar de futuro a corto plazo, en el turismo nacional. En este caso, la economía y la desconfianza serán los retos a batir. Sin quitar la importancia que tiene el primero hablemos del segundo, la desconfianza. ¿Cuánto tiempo tardaremos en recuperar la confianza?, ¿de qué dependerá que recuperemos la confianza a viajar? e, inherente a esta pregunta y mucho más práctica, ¿puedo hacer algo para recuperar esa confianza del turista?

Nuestra desconfianza, o miedo, en lo que respecta a nuestra vida social va a depender, con independencia de la llegada de la ansiada vacuna, de las medidas preventivas de la “nueva normalidad”. En concreto, de cómo estas se muestren de eficaces y, no nos olvidemos, de cómo sean de cómodas para el disfrute y desarrollo de nuestro día a día. Mientras más eficaces y cómodas sean estas medidas más rápido esta “nueva normalidad” se parecerá a la “antigua normalidad”. En este sentido, la fase de desescalada puede ser clave para intuir los comportamientos a corto plazo. A este respecto, el comportamiento que estamos viendo en los ciudadanos es muy positivo. Así lo reflejan, las colas en las peluquerías, gente en los bares de La Gomera o las personas corriendo por el paseo marítimo. Se está reflejando las ganas que hay de retomar nuestras vidas cotidianas y costumbres sociales. Si esto es así, parece previsible que de igual manera se desea conservar las vacaciones de verano. Son estas “ganas” de vida social nuestra gran esperanza.

Ahora bien, ¿viajaremos de la misma forma? Evidentemente no. Es previsible que se penalizará destinos urbanos y culturales muy asociado a colas, transporte público y masificación y preferiremos sitios abiertos y más tranquilos. De igual forma, se recurrirá a lugares cercanos, casas alquiladas o de amigos y el coche será el medio de transporte. Es decir, seremos más cautos. La pregunta siguiente es pues ¿cómo atender a este turista más cauto? Mientras viene la vacuna, la clave va a estar en poner en marcha medidas “preventivas” claras y eficaces, pero también en comunicarlas adecuadamente. Quién mejor desarrolle estas medidas y mejor las comunique ganará la batalla este verano…quizás habrá que volver a realizar viajes de familiarización para enseñar nuestros “nuevos destinos” o trabajar con los grupos de referencia por aspiración que tanto éxito nos proporcionó en un pasado.