El reencuentro con el cuidador

Palma

Atender las necesidades básicas de los mayores que viven solos es la prioridad para el equipo de voluntarios de Cruz Roja. La soledad y las dificultades para su movilidad, mucho más evidente en este periodo de confinamiento, ha incrementado la tarea de la entidad, que se ha encargado del envío de alimentos y productos de primera necesidad a sus domicilios. Tampoco han querido abandonar otra de sus funciones básicas, menos visible pero igualmente necesaria, la de brindar compañía para combatir la soledad, para conversar. Estos acompañamientos también se han visto truncados durante este periodo de confinamiento y se han visto obligados a mantenerlos vía telefónica.

Se han realizado más de cinco mil llamadas durante estos más de dos meses, que finalizaban esta semana con la entrada en la fase 0 de la desescalada, en la que voluntario y usuario han vuelto a reencontrarse.

Silvana tiene 84 años y es una de las usuarias que integra este programa de acompañamiento. Después de más de dos meses ha salido a pasear por primera vez esta mañana acompañada de su cuidador, de su amigo, confidente, voluntario de Cruz Roja, Manuel. "Muy contenta de poder salir, liberada me siento", explicaba durante su paseo. 

Durante estos dos meses ha seguido en contacto a través de llamadas telefónicas con su cuidador, con Manuel, la persona que le ha permitido "sobrellevar" esta complicada situación y que hoy de nuevo le acompaña. También para él este día es de reencuentro en el que decía sentirse "muy feliz de volver a verla y verla bien". Para Manuel tampoco han sido fáciles estos dos meses en los que ha mantenido el contacto con Silvana por teléfono. Compartió con ella "la intranquilidad inicial, el miedo, la preocupación pero también la ilusión cuando se iba acercando esta primera salida".

Han terminado el paseo que ha durado una hora y se han despedido "hasta dentro de unos días", cuando se volverán a encontrar para seguir compartiendo charlas, paseos y experiencias. 

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