"Necesitamos ahora un equipo competente, cohesionado y centrado por fin en la búsqueda de soluciones"

Las Palmas de Gran Canaria

Durante los últimos días varias habían sido las voces del ámbito educativo canario pidiendo el cese o la dimisión de la consejera de Educación del Gobierno de Canarias por su gestión durante la pandemia de coronavirus y la falta de respuestas ante el fin del curso escolar y el comienzo del próximo en las Islas. Así, el anuncio  realizado en la SER por María José Guerra Palmero ha sido acogido con expectación entre la comunidad educativa del archipiélago.

Desde el sindicato STEC, Fernando Pellicer la califica como la crónica de una dimisión anunciada porque la Consejería lleva meses sumida en una crisis. "Ha sido una consejera que no ha estado a la altura, es una pena porque ahora se va a perder tiempo cambiando todo el equipo pero es necesario recomponer este departamento", asegura el portavoz del sindicato que también insiste en la necesidad de que el presidente Ángel Víctor Torres ponga al frente del mismo a "un equipo de gobierno coherente y que sepa buscar el consenso y el diálogo real con todos los agentes de la comunidad educativa, y más en este proceso de desescalada".

Después de una carta "inconexa el viernes pasado descargando toda la responsabilidad de la vuelta a las aulas este lunes en los equipos directivos de los centros", lo prioritario ahora, según STEC, es centrarse en el refuerzo de la teleformación de aquí a final de curso y afrontar el díficil inicio del curso próximo que está a la vuelta de la esquina.

En la misma línea se expresa el representante de ANPE Canarias. Pedro Crespo también añade que es vital responder a la pregunta de quién será el encargado de garantizar la seguridad en los colegios e institutos en la vuelta a las aulas. "Pedimos la publicación de acciones concretas, ya no hay tiempo material para el final de curso", asegura Crespo que no se muestra sorprendido por la dimisón: "Lo esperabamos un poco por lo que estaba acaeciendo".

También las asociaciones de madres y padres habían lanzado este fin de semana la petición de un cambio en la gestión de la Consejería, ante lo que consideraban una falta de respuestas en algo vital para las familias como es la conciliación. Eusebio Dorta, de la Federación Insular de Padres y Madres de Tenerife, señala que han sentido que ha faltado poner soluciones sobre la mesa: "Nosostros desde el minuto uno del 14 de marzo le hemos trasladado a la Consejería la problematica familiar que existe, pero se reunían con nosotros y al final daba la sensación de que nos respondían lo mismo que ya sabíamos. Por eso, este fin de semana ya hicimos un grito desesperado pidiendo la dimisión porque nos veiamos hoy lunes con familias empezando a trabajar y sin saber qué pasa con nuestros niños".

Para Josefa Méndez Verdú, de CONFAPA Canarias, ha existido también falta de coordinación y claridad en las pautas que se avecinaban en cada una de las fases de la desescaldada: "han faltado directrices claras". Por eso, asegura que exigirán a los nuevos responsables educativos de Canarias que arbitren las medidas de seguridad necesarias para garantizar el retorno a sus puestos de trabajo de los docentes, de forma que se garantice el derecho a la educación de los alumnos, y la necesidad de conciliación de sus padres.

Desde el Consejo Escolar de Canarias también lamentan la falta de respuestas ante la preocupación generalizada de la comunidad educativa y se confía en que la nueva dirección del departamento autonómico se centre en la búsqueda de soluciones. Tras las quejas ante la gestión de Guerra Palmero, el presidente de este organismo, Ramón Aciego, pide ahora "un equipo competente y cohesionado".