Más de lo mismo

San Sebastián

Ejercicio práctico. A ver si estáis atentos. Coge el inicio de la crónica del último partido de la Real Sociedad y pégalo aquí. Y el anterior también. Y el de Vitoria. Y el primero tras el reinicio del fútbol. De esta forma entenderán mejor el titular de esta triste crónica que parece más bien un 'deja vu' que otra cosa. De nuevo, el equipo realista pierde un partido marcado por un penalti que no es en contra de su intereses y que condiciona de forma decisiva el resto de su actuación. Son ya siete penaltis en las últimas siete jornadas. Difícil de creer. Habría que bucear mucho en el archivo de La Liga para encontrar algo parecido. ¡Basta ya! Insisto en lo que dije en su día, con lo mal que está el equipo donostiarra en este reinicio liguero, no hace falta que nadie (menos un tío con silbato que está supuestamente para impartir justicia) venga a darle la puntilla. Más de lo mismo. Y uno ya no sabe qué pensar. Es desesperante. Frustrante. Indignante. A la Real le pitan otro penalti en contra cuando a quien pisan en el área realista es a Le Normand. 

Pero el 'más de lo mismo' no acaba en los árbitros, ni en esa cruel estadística de penaltis en contra. Está claro que eso no ayuda. Pero mucho menos el nivel bajo que está ofreciendo la Real. Más de lo mismo. Esta vez, al menos, supo competir a la altura de un Getafe que su principal virtud es lo correoso que es. Incluso, tras el descanso hizo méritos para culminar la remontada. Desde luego, no mereció perder. Pero aquí debemos añadir un factor más a la ecuación. Los regalos defensivos que le condenaron de forma cruel en el Coliseum Alfonso Pérez. El técnico oriotarra sorprendió a tofos con una defensa de cinco. Pero lleva tiempo trabajando en esa idea, que no salió del todo mal pese a tener menos presencia ofensiva. El debut en Primera de Jon Pacheco dejó claro que Zubieta sigue regalando buenas noticias. El Getafe apenas tuvo una ocasión y media para marcar, y todo fue por errores groseros del entramado defensivo de la Real. 

Porque si la acción de Le Normand no es penalti en contra de la Real, no es menos cierto que no se tenía que haber llegado hasta esa situación si Remiro manda el balón a freír espárragos. No lo hizo y, legal o no (que no lo es), le dio la opción al Getafe de aprovechar su regalo con un disparo o un fuera de juego. Ese fue el primer regalo. El segundo fue más doloroso. Cuando mejor parecía estar la Real, una sucesión de errores le condenaron recibiendo el 2-1 definitivo. Zubeldia despeja blando y mal un contragolpe del Getafe. Se descuida dejando el camino libre para que Jorge  Molina sacara rápido y cogiera desprevenida a la defensa realista, que estaba descolocada. Y luego a Remiro se le cuela por debajo de las piernas una pelota que debía haber detenido. Mazazo de los grandes para una Real que no levanta cabeza y que con un punto de 15 posibles desde el reinicio liguero ve alejarse su sueño europeo.