Turismo no ha regulado los deportes de riesgo en Cantabria
El debate ha resurgido ahora, tras el fallecimiento de una joven, de 14 años, cuando practicaba rafting por el Cares
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Turismo activo / Archivo
Santander
El Gobierno de Cantabria no ha aprobado la ley que se comprometió a tramitar para regular los deportes de riesgo en la Comunidad Autónoma. La Consejería de Turismo “sigue trabajando” en la elaboración de la norma, 5 años después de que, una joven holandesa falleciera, mientras hacía puénting, en un viaducto de la A-8, en Cabezón de la Sal. La justicia condenó al responsable de la empresa que organizó la actividad a un año de cárcel por mala praxis y por no dotar a la joven del material necesario para esa actividad.
El debate ha resurgido ahora, tras el fallecimiento de una joven de 14 años. Los hechos ocurrieron el pasado 4 de julio, cuando la menor cayó de la canoa con la que realizaba el descenso del río Cares, en Asturias. Era madrileña y se encontraba en un campamento de verano en Comillas.
La Guardia civil ha abierto una investigación para averiguar si la empresa que organizó la excursión ha cometido alguna negligencia. Hay profesionales que cuestionan que una niña de 14 años y sin experiencia estuviera preparada para esa actividad. El accidente se produjo en el pozo del Arrudu, más abajo de Mildón, al lado de la Pared de Agua. Quienes conocen este tramo del río indican que su descenso entraña “cierta peligrosidad” y así lo han corroborada monitores con experiencia a los que ha consultado la Cadena Ser.
En este contexto y a raíz del accidente que tuvo lugar en 2015, la Consejería de Turismo se comprometió a elaborar una ley que regulara los deportes de riesgo en Cantabria.
La directora general de Turismo, Eva Bartolomé, que ha declinado hacer declaraciones, aseguró entonces que su departamento daría “prioridad” a la formación de los monitores de aventura y les “exigiría” una cualificación profesional para cada práctica.
Sin embargo, cinco años después de comprometerse a regular los deportes de aventura, Turismo, se ha limitado a decir a la Cadena Ser que “están trabajando en ello”.
El decreto en vigor, aprobado en 1997, cataloga los deportes de riesgo en el mismo apartado que los alojamientos y actividades rurales y no exige a los monitores una formación específica. Mientras, el número de empresas que se dedican al deporte de aventura crece y en Cantabria hay en la actualidad más de un centenar.
