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El Sporting deja de sufrir y tira de calculadora

La gran versión del equipo rojiblanco en la primera parte le sirve para sellar la permanencia y seguir con opciones, remotas, de alcanzar el playoff

Los jugadores rojiblancos celebran el primer gol ante el Málaga / LaLiga.com

Gijón

Primer objetivo, cumplido. El problema es que queda muy poco margen para cualquier otro. Cuando la necesidad apretaba y el calendario apenas deja margen, el Sporting decidió darse un homenaje para sellar la permanencia y que los muy optimistas no lleven definitivamente la calculadora al punto limpio. Una gran primera parte, de buen fútbol, intensidad y acierto goleador y una segunda de mero trámite, con un Sporting contemplativo frente a un Málaga inocente que solo tuvo tiempo para dar un susto en el último minuto, resultaron más que suficientes para firmar tres puntos que evitan cualquier riesgo de descenso. Un impensable para muchos pero que en algún momento de la temporada cobró fuerza. Quedan dos jornadas a las que el Sporting llegará en la lista de equipos que aspiran a la sexta plaza, aunque sin depender de sí mismo y con las opciones reducidas a la mínima expresión. Al menos, el resultado no les descabalga. Y, sobre todo, evita el sufrimiento.

El fulgurante inicio del Sporting, dispuesto por una vez a mandar, morder y ganar, tuvo premio muy pronto. Poco más de tres minutos habían transcurrido desde el pitido inicial cuando Unai Medina sorprendió a todos (defensa del Málaga incluída) colándose en campo contrario en el ángulo de visión de Pedro Díaz, que le sirvió un pase fantástico. El lateral realizó un buen control y definió como ya podía hacer algún delantero del Sporting: con un disparo preciso al palo corto que no pudo atajar Munir. 

En una temporada en la que los sportinguistas se han llevado muy poco fútbol a la boca, la primera parte ante el Málaga fue un pequeño premio. Daba gusto ver jugar al Sporting, con ritmo, fútbol combinativo, dominio en el centro del campo y acierto ante la portería contraria. Javi Fuego, Pedro Díaz y Nacho Méndez tenían un absoluto control de la zona ancha, ante un Málaga que se veía desbordado en el centro del campo al haber preferido salir con tres centrales. El tempranero gol rojiblanco le desbarató los planes, pero su entrenador tardó en reaccionar.

Si la mitad del mérito en el gol de Unai Medina hay que dársela a Pedro Díaz por el pase, algo similar sucedió en el segundo. Definió Álvaro Vázquez, pero la asistencia de Nacho Méndez a la espalda de la defensa fue fantástico. 'El Lobo' partió desde una posición ajustadísima, pero legal. A diferencia de otros, Vázquez sabe empezar la carrera un milímetro por detrás del último defensa y no metro y medio por delante.

Jugadores como Pedro Díaz y Nacho Méndez tuvieron el partido ideal, con un rival que tenía que intentar irse al ataque y, por tanto, dejaba espacios. Brillaban los dos canteranos junto a la labor, más gris pero muy eficiente, de un Javi Fuego que termina el campeonato mejor de lo que la empezó. Y también era feliz en un partido con espacios Álvaro Vázquez, al que las buenas intenciones de Pablo Pérez le arrebataron la posibilidad de marcar un segundo gol: el catalán entraba con toda la portería para él a un centro desde la izquierda pero su compañero metió la puntera antes y desvió el balón.

Las lesiones de Unai Medina y Pablo Pérez obligaron a Djukic a hacer cambios ya en la primera mitad. Hubo tiempo hasta para que entrara un canterano, el voluntarioso y atrevido Gaspar Campos; en realidad el único de los chicos del filial al que el entrenador ha dado algo de chance. Berto saltó al campo, pero solo unos minutos al final.

Con los deberes hechos, el Sporting quiso regular esfuerzos y no asumir riesgos. La segunda parte fue completamente diferente, con un Málaga que salió al ataque, modificando su esquema táctico y dando entrada a todo el jugador ofensivo que Sergio Pellicer veía entre sus suplentes. Los andaluces tuvieron la pelota, con la condescendencia del Sporting. Perdonó Hicham a los seis minutos de la reanudación, tras robarle la cartera a Pedro Díaz en el único error del rojiblanco en todo el partido. El disparo del malaguista desde la media luna se fue fuera por poco, desaprovechando la que parecía la gran oportunidad para meter a su equipo en el partido.

El Sporting confiaba en sentenciar a la contra, pero el resultado fue un clásico: apenas lograba salir de su campo con éxito. Afortunadamente, el trabajo estaba hecho y el Málaga era un rival blandísimo, que solo en el minuto 93 logró recortar distancias. No quedaba tiempo para sufrir. El Sporting había hecho el trabajo primero.

Mientras se jugaba en El Molinón, el Rayo Vallecano perdía en Almería. Los rojiblancos se iban a casa a tres puntos del playoff, a expensas del partido del Elche. Las matemáticas lo dicen: es difícil, pero el Sporting tiene opciones de alcanzar el sexto puesto. Viendo al equipo ante el Málaga, y con todos los matices que se quieran poner, muchos pensarán qué habría pasado si el Sporting hubiese ganado el derbi o si hubiera mostrado un punto más de ambición en alguno de los últimos partidos.

David González

David González

Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...

 
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