Los trabajadores de las obras de los túneles de Azca, a la espera de saber si están intoxicados por amianto

Madrid

Los trabajos de reparación de los túneles de Azca tenían como uno de sus objetivos la reparación de sus paneles laterales. Cuando se iniciaron estas obras se descubrió que más de 3.000 de los 3.633 paneles estaban hechos por fibrocemento, un material que contiene amianto.

En el momento del descubrimiento se activó un protocolo de seguridad y el Ayuntamiento encargó a la empresa Gestión Integral Amianto la evaluación de la contaminación del aire de estos túneles. El informe de este estudio concluyó que la concentración de fibras de amianto en el aire de los túneles de Azca era muy baja o nula, sin embargo, no deja claro qué consecuencias tiene para los trabajadores la manipulación de este material.

Al tener conocimiento de la existencia de amianto en los túneles en los que trabajaban, los trabajadores de la empresa UTE LUZ Madrid comunicaron a la empresa que paralizaban todos los trabajos en los que se tuviera que manipular, cortar, taladrar o golpear cualquier material en los que no se asegurase la ausencia de amianto.

Además, los trabajadores pidieron a la empresa un reconocimiento médico, al cual están siendo sometidos esta semana. Actualmente la plantilla se encuentra a la espera de los resultados de estos exámenes médicos que esclarecerán si tienen partículas de amianto en sus pulmones. Miguel Ángel Martín, uno de estos trabajadores y presidente del Comité de Empresa asegura que sus compañeros están asustados por las posibles consecuencias de su exposición al amianto: "estamos muy preocupados, nos falta información y hasta que no sepamos que túneles tienen amianto lo estaremos".

Y es que el problema no es solo el túnel de Azca. Madrid tiene 61 túneles construidos antes de 2003 (año en el que se prohibió el uso de amianto) y la empresa lleva operando en ellos 18 años. "Posiblemente existen otros túneles que contiene amianto como el túnel Plaza Mayor que es de 1968". Sostiene Miguel Ángel Martín que "esto no tendría que haber pasado. Está prohibido desde 2003, hay una legislación muy clara".

Relata el trabajador que "uno se mete a investigar cómo se desarrollan las enfermedades provocadas por el amianto y se trata de cánceres de pulmón, de pleura, peironeo... esto está considerado como enfermedad de grado uno, es decir, que no tiene tratamiento". Además, cuenta que las fibras amiánticas pueden quedarse en la ropa y trasladarse a sus propias casas.

El Ayuntamiento de Madrid va a revisar la mitad de los 61 túneles que podrían contener amianto este mismo mes de julio, aunque se desconoce cuándo será el turno de la otra mitad. Por eso, el Partido Socialista va a solicitar al consistorio en la Comisión de Desarrollo Urbano que se revisen todos estos túneles y también la elaboración de un protocolo de seguimiento a los trabajadores que puedan estar en contacto con este material tóxico.