Lo cosmopueblita está en Teruel

Teruel

La imaginación, el ingenio y la locura se transforman en Teruel en modernidad y vanguardia. En Calanda, Rubielos de Mora y Olba dieron sus primeros pasos Luis Buñuel,  Salvador Victoria y Manuel Pertegaz. El surrealismo del cineasta, la abstracción del pintor y el arte con la aguja del diseñador dejaron una huella universal que se ve y se siente en la geografía turolense.

Pero la oferta cultural no empieza y termina ahí. Es rica y diversa con museos al aire libre, centros de interpretación, recreaciones históricas, fiestas o exposiciones.

Baja a la mina

La minería, que tan importante ha sido en la economía y la sociedad de esta provincia aragonesa tiene su museo en Andorra, buena parte al aire libre. En un auténtico pozo totalmente restaurado y acondicionado está el Museo Minero de Escucha, inaugurado en 2002. El visitante descubre el único tajo de carbón abierto en España, mientras desciende por un plano inclinado a 200 metros de longitud. En el Centro de visitantes de lo que fue el Pozo Pilar que la empresa Minas y Ferrocarriles construyó en 1968, se conoce el trabajo que desarrollaban quienes cada día bajaban a la entrañas de la tierra.

Otro núcleo fundamental para esta actividad estuvo en Utrillas, donde hoy se disfruta y se aprende en familia en el Parque Temático de la Minería. Edificios antiguos y hallazgos paleontológicos resumen varios capítulos de la historia de este municipio, que además convirtió un antiguo hospital en un Museo de la Ciencia y del Ferrocarril, ofreciendo la posibilidad de hacer un recorrido en el tren minero. Lo arrastra una locomotora de vapor que circuló entre 1904 y 1969.

Rutas temáticas

De episodios más oscuros como la Guerra Civil Española quedan vestigios en las proximidades de la capital de esta provincia. En torno a ellos se ha creado Atrinchérate, una ruta por fortines, bunkers, trincheras y cuevas.

Y hay otras rutas temáticas. Y encuentros de cine internacionales. Y festivales de variados estilos musicales como el de los Castillos, el Poborina Folk, Tamborile, Festifalk o Gaire, que hacen de Teruel un referente cultural.

Albarracín con la Fundación Santa María  es un ejemplo de que el patrimonio y el arte son trascendentales para el desarrollo de los pequeños pueblos, en los que existe una nueva ruralidad.

Turismo y gastronomía

Se valora el paisaje, lo natural, lo auténtico, la labor de productores locales que alimentan al mundo. Jamón, trufa, aceite, melocotón o azafrán llevan el sello de este territorio y la identidad de sus gentes.

Aquí se encuentra un nuevo concepto de turismo y gastronomía. Una apuesta por lo sostenible y en la que, tan importante como el producto, es su origen y elaboración.

En Alloza, La Ojinegra  es un restaurante ecológico y de kilómetro 0. Quesos Artesanos La Val , en Mezquita de Jarque, consigue un producto de gran calidad con un proceso completamente artesanal, y en La Hoz de la Vieja, los hermanos Polo extraen una miel 100% natural con los aromas y matices de la flora local.

En Teruel se encuentran sabores originales que maridan tradición, innovación y vanguardia. Siente Teruel.