Los comerciantes y trabajadores de Can Picafort viven su peor verano
Los propietarios de los negocios no saben hasta cuándo podrán mantener abierto sin perder dinero
Palma
Can Picafort, una de las zonas turísticas de la costa norte de Mallorca, vive su peor verano. La mitad de la planta hotelera está cerrada, muchos comerciantes han decidido no abrir sus tiendas y algunos incluso han colgado el letrero de se traspasa. Sin embargo, los pequeños negocios familiares son los que han decidido abrir para mantener la imagen de Can Picafort de cara a la próxima temporada turística y para que sus empleados puedan tener unos ingresos antes de que llegue el invierno.
Además, Agosto es el mes más importante para los vecinos de la localidad y los turistas, ya que durante dos semanas Can Picafort se viste de fiesta. Sin embargo, este año no se celebrarán la tradicional suelta de patos, la Flower Power, ni el gran espectáculo piromusical que cada año reúne a centenares de personas. Ana María una vecina de la localidad afirma que "el paseo da pena, los comercios están cerrados y no hay turistas". Ana María vive en una calle rodeada de hoteles y dice que echa de menos ver las terrazas llenas de extranjeros.
Tania es una gaditana que llegó a Can Picafort casi por casualidad. Vino sola a Mallorca, hace cinco veranos, con tan solo dieciocho años para trabajar seis meses en la hostelería. Sin embargo, lleva desde entonces viviendo en Can Picafort. Ahora reside con su pareja y su familia y solo ella tiene trabajo.
Por otro lado, Guillem un estanquero de la localidad ha afirmado que nunca había cerrado su establecimiento con la luz del sol. Las tiendas del Paseo Colón, la calle principal de Can Picafort, abrían a las nueve de la mañana y cerraban a las diez y media de la noche. Sin embargo, este año muchos bajan la barrera a las ocho de la tarde y los que esta temporada aguantan solo facturan un 50 por ciento.
Por otro lado, muchos comerciantes están preocupados por la situación económica porque no saben hasta cuando podrán mantener sus negocios abiertos sin perder dinero. Toni que es el propietario de una zapatería que lleva en Can Picafort 50 años afirma que nunca había vivido nada igual y que cada temporada cerraba su tienda el 31 de octubre y este año no sabe hasta cuándo podrá mantener la barrera subida.