Finalizada la primera fase del proyecto de remodelación del Centro Parroquial polivalente de Porcuna
La segunda fase está proyectada aunque no presupuestada y cerrarán el edificio creando un claustro central propio de los edificios religiosos del siglo XV y anteriores casas andaluzas
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Inauguración de la primera fase del Centro Parroquial de Porcuna. / SER Andújar
Porcuna
El Consejo Parroquial de Porcuna ha inaugurado la primera fase del Centro Parroquial de la localidad con la remodelación del edificio existente de dos plantas anexando una nueva edificación con salas polivalentes, ampliación de cocina, aseos y duchas. Estas nuevas instalaciones amplían sus funcionalidades para dar servicio a la comunidad y a la ciudadanía como la posibilidad de celebrar reuniones y encuentros que se suman a las actividades que ya acogía el antiguo edificio como centro de catequesis y comedor social además de las acciones que Cáritas Interparroquial desarrolla en Porcuna.
El párroco de Porcuna, Jesús Millán, ha manifestado su “orgullo porque supone un nuevo lugar de encuentro para que la Iglesia y la localidad de Porcuna puedan seguir prosperando ya que no es un centro religioso sino social y cultural”.
El sacerdote (que esta semana se despide como titular de esta comunidad) ha destacado el esfuerzo realizado desde la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Porcuna que ha financiado el proyecto y la ejecución de la obra que ha supuesto más de 240.000 euros.
El alcalde de Porcuna, Miguel Moreno, ha agradecido la voluntad de la comunidad parroquial ya que, “estas dependencias vienen a mejorar las infraestructuras locales que revierten en la ciudadanía aumentando los servicios locales”, destacando el respeto patrimonial que desde el ente promotor hasta el equipo ejecutor ha llevado a cabo durante la realización de la obra, ya que “se ha conservado y acondicionado la muralla medieval que rodea el terreno del centro parroquial y donde anteriormente se ubicaba la antigua Casa Mendoza”.
El diseño del proyecto, obra del arquitecto local Pablo Millán, conserva la estructura de la anterior casa solariega sobre la que se levanta el antiguo edificio para continuar con la filosofía arquitectónica de, según Millán, “mantener los espacios prácticos y útiles con una galería que da acceso a todas las dependencias y que mientras se esté trabajando en las diferentes salas, las galerías exteriores sean un punto de distensión del espacio de dentro”.
