El Racing pide a Sanidad cambiar el criterio con El Sardinero

Santander

El Racing sigue firme en su pretensión de lograr de que el Gobierno de Cantabria modifique el criterio que aplica para limitar el aforo que permite acudir a los partidos que se disputen en El Sardinero. Quiere pasar del tope de 1000 que ahora existe a un porcentaje del aforo, que no ha fijado exactamente, pero que podría estar en torno al 40% de los 22000 asientos que tiene el estadio racinguista.

Si la semana pasada Víctor Diego se reunió con el Vicepresidente del Gobierno, Pablo Zuloaga, y con el Director general de Deportes, Mario Iglesias, hoy el director de relaciones institucionales del Racing ha visitado el despacho del Consejero de Sanidad del ejecutivo cántabro, Miguel Rodríguez, quien, acompañado del Subdirector de Sanidad Pública, Juan José Sánchez Asensio, para entregar un informe justificando la pretensión racinguista de poder albergar en su estadio, cumpliendo con las medidas sanitarias que fije el Gobierno de Cantabria, al menos a sus abonados. Ahora mismo ya por encima de 6000.

En los quince folios del documento entregado, el club verdiblanco asegura que la prueba hecha ante el Bilbao Athletic demuestra que, con un millar de seguidores en las gradas y solo dos de las ocho tribunas abiertas, el estadio permite asegurar la distancia de 1,5 metros entre cada aficionado con muchísimos más espectadores en las gradas. A título de comparación, el Racing ha presentado la documentación que acredita que el propio Gobierno de Cantabria está vendiendo el 50% del aforo en las dos salas del Palacio de Festivales, obviamente bajo techo (algo bastante más complicado en relación con la transmisión del COVID-19).

En la reunión, que se prolongó casi una hora, los políticos aseguraron al exfutbolista que la decisión final la tomarán los técnicos. Víctor Diego solicitó una respuesta rápida, ya que hay que preparar el dispositivo que se necesite en el protocolo que se fije y que, en sentido contrario, habría que tomar medidas con respecto a los abonados que no pudieran acceder al estadio.