La Niña de Cuenca, la consolidación de una bodega joven gracias a su personalidad

Motilla del Palancar

La Niña de Cuenca es una bodega que se enmarca en la DO Manchuela y que, desde su creación en 2016, no ha dejado a nadie indiferente en el mundo de la viticultura. Creada por los hermanos Lorenzo y Valentín López, esta bodega apuesta por el cuidado tradicional de las viñas viejas de variedades autóctonas para lograr vinos diferenciados, de calidad y con un carácter propio.

Asegura Lorenzo López que ellos son más viticultores que bodegueros, pero tras heredar las tierras de sus antepasados tuvieron claro que no podían hacer "más de lo mismo" y debían apostar por lograr su propia personalidad con las variedades autóctonas que han estado olvidadas en los últimos años.

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Estas variedades y las vides viejas cuidadas con mimo y de la forma más tradicional y ecológica posible, se complementan con la particularidad de que todos sus vinos se dejan fermentar únicamente en tinajas de barro, algo que como afirma López, aporta a los vinos una seña de identidad propia que hace sus vinos reconocibles y atractivos, tanto en nuestro territorio como en los mercados internacionales, donde se busca esa diferenciación y esa calidad por la que ellos apuestan.

Calidad, pero también diseño y comunicación. Una apuesta firme por una parte del proceso que tal y como lo ve López, es igual de importante que el resto, por ello cuidan el diseño de sus botellas, de su página web y del mensaje que quieren transmitir. Asegura que si no contamos quiénes somos y lo qué hacemos nadie lo sabrá por ello es tan importante el marketing y la comunicación en este sector.

Asegura además que el confinamiento ha hecho que la gente se anime a pedir vinos a través de internet y creen que esta será la dinámica a partir de ahora, por ello apuestan por facilitar al consumidor las vías de compra-venta para que puedan conocer sus vinos. Pueden comprarse en su página web www.laninadecuenca.com

No podíamos dejar de aprovechar esta agradable charla para saber quién es La Niña de Cuenca. Nos cuenta Lorenzo que el nombre de la bodega es un homenaje a su madre, ya que en su juventud se dedicaba al cultivo y venta de champiñón y cuando viajaba a otras zonas fuera de nuestra provincia, todos la conocían como "La Niña de Cuenca". Ahora esta niña se ha convertido en una marca de vinos de la Manchuela con una proyección imparable.