Los okupas votan 'Heil'

Cartagena

LOS OKUPAS VOTAN HEIL

En Cartagena hay mafia de okupas desde hace cinco años o más y ahora, como están de moda para que el miedo cunda, se habla por primera vez del tema en un pleno del Ayuntamiento. Los okupas tienen un emporio que abarca buena parte de viviendas del casco. Se sabe quiénes son y por cierto son de aquí.

El caso ha sido publicado, muy bien documentado y repetidas veces en la prensa local. Estos delincuentes votan modo heil y adoran la ultraderecha, porque ese es su modelo. Pensamiento cero, abroncar mucho, trabajar menos y vivir de lo público.

Que no se me olviden los tatuajes ni el gimnasio ni la cadena de oro con el chándal. Con pasión no correspondida pregonan el discurso españolista en sus redes sociales con ortografía cheli y desvaída. Si se enteran los ultras de esos amores del fondo sur, aunque igual lo saben, van a tener más problemas de identidad que Jekyll cuando se tomaba la poción.

En los plenos se mantiene un nivel deliberadamente bajo sobre cuestiones personales que en la calle importan un bledo. Pero lo de los okupas distrae al personal. A mis paisanos les diré para que no teman, que tu casa no la ocupan cuando te vas de vacaciones ni a comprar el pan. A estos mafiosos les dejan vivir del morro, incluso de una herencia ajena en el caso de algún banco en el que disponían de cuenta. No han sido los políticos, sino las grandes compañías las que les mantenían la luz y el agua. Es un calvario si te toca, porque pasarán de tí el concejal de turno, la asociación de vecinos, donde te hablarán de Venezuela, la dueña de la joyería, por si se lo toman mal.

Y la vía judicial es lenta. Todo esto lo sé bien porque durante dos años muy largos le ha pasado a mi familia. Así que no me lloren ahora con el cuento de que el gobierno tumba una ley que no sirve de nada. Que vienen los okupas, dicen, pero les da lo mismo. Ahora que caigo, las leyes del suelo están de temporada. A ver si es eso lo que importa y no la seguridad del ciudadano. A lo mejor es casualidad.

Nazarena Balaguer.