La triple pirueta de los servicios sociales

Cádiz

Han pasado seis meses desde que se decretara el estado de alarma y empezara el confinamiento. Aquella medida obligó a quedarse en casa a miles de gaditanos. Muchos de ellos se quedaron sin trabajo, sin ingresos. Los servicios sociales de los ayuntamientos fueron receptores diarios de la emergencia económica que traía la pandemia de coronavirus. En Cádiz, Chiclana, El Puerto, Puerto Real, Rota y San Fernando durante este período se han triplicado las peticiones de ayudas. Familias que nunca utilizaron estos recursos tuvieron que reclamar ayudas para pagar el alquiler, suministros básicos y alimentos. Lo peor fue en abril y mayo, pero, ahora, de nuevo, los servicios sociales empiezan a incrementar las reclamaciones de ayudas tras un verano más tranquilo. Según los datos facilitados por los ayuntamientos, las emergencias causadas para atender estas necesidades básicas han costado en la bahía gaditana más de 11 millones de euros.

En Cádiz las ayudas de los servicios sociales de los primeros nueve meses de la pandemia casi alcanzan ya los de todo 2019. De los casi cuatro millones de euros que se han tenido que invertir en lo que va de 2020, la mayor parte ha ido a parar a ayudas para pagar el alquiler (puntuales, periódicos, deudas, realojos). Las han necesitado 5.805 familias, lo que ha supuesto un desembolso de más de dos millones de euros. El Ayuntamiento ha tramitado 2.343 de ayudas de estado de alarma, las nuevas creadas para atender las necesidades especiales de la pandemia. También se han abonado suministros básicos, tratamientos médicos, alimentación para mayores y niños. Incluso los servicios sociales han ayudado a pagar hasta 13 funerales.

Según ha detallado a la SER la delegada de Servicios Sociales, Helena Fernández, se han conseguido atender, gracias al esfuerzo de todo el personal, a todas las familias que han llamado a la puerta del Ayuntamiento. "Ha habido momentos de desbordamiento laboral. Las trabajadoras sociales han hecho un enorme esfuerzo", les reconoce. El Servicio de Información, Orientación y Valoración Social (SIVO) ha atendido a 3.227 familias, ha realizado 789 informes para que puedan recibir alimentos, 304 expedientes sobre vulnerabilidad y riesgo para la empleabilidad y 564 valoraciones para su derivación a Cruz Roja para la tramitación de la tarjeta monedero.

En Chiclana, el delegado de Servicios Sociales, Francisco Salado, ha reconocido en la SER que la demanda de ayudas en los meses de la pandemia ha triplicado las necesidades de años anteriores. "Ha venido un tsunami de solicitudes", resume gráficamente. Tanto se incrementó esta demanda que el presupuesto previsto para este tipo de ayuds, de 1'4 millones de euros, se quedó corto. "Llevamos consignados dos millones ya". Así que hubo que desviar de partidas de otras áreas para que todas las necesidades pudieran ser cubiertas. El Ayuntamiento se ha comprometido, por tanto, a que las cuentas de 2021 ya contarán con una reserva de dinero mucho más amplia para los servicios sociales.

En El Puerto de Santa María, el Ayuntamiento creó una oficina de emergencia social atendida de forma telemática y por correo, se crearon ayudas económicas específicas, se creó un comedor social, hubo un reparto de alimentos no perecederos y los servicios sociales trabajaron para medidas singulares como el comedor de Ángel León o la instalación de Wi-Fi gratuito. En los primeros nueve meses del año, el Ayuntamiento ha concedido 497 ayudas económicas familiares, 979 extraordinarias con motivo de la emergencia COVI, 2.124 ayudas económicas municipales y 1.499 para la campaña de alimentos.

En Puerto Real, las ayudas de emergencia social se incrementaron los meses de mayo y junio hasta alcanzar casi 40.000 euros. En verano descendieron , pero han vuelto a subir desde septiembre, hasta sumar un total de 174.000 euros. Con este dinero se ha auxiliado a 450 personas. Se les ha pagado ropa, alimentos, luz, agua, alquileres... Además, en la pandemia el Ayuntamiento ha reforzado el servicio de ayuda a domicilio. Para garantizar la inmediatez de las necesidades básicas, el Ayuntamiento licitó contrato de suministros de alimentos y productos de primera necesidad mediante un supermercado local. Acaba de aprobarse una nueva licitación para continuar con estas ayudas, ante la expectativa de que crecerá la demanda.

En Rota, la delegada de Servicios Sociales, Luisa Fernández, ha explicado los duros momentos que se han vivido estos meses. "Yo llegué nueva y me he encontrado con este dolor de tantas familias que necesitaban lo más básico. Ha sido muy duro", explica la concejala. Rota también ha visto triplicar la necesidad de ayudas. La partida más grande, cerca de 94.000 euros, ha ido para ayudas al alquiler, que se han sumado a dinero para luz, agua, basura, gas, hipotecas, farmacias, ópticas o material escolar. El programa de cocina solidaria, que empezó con 60 usuarios, ha llegado a atender a 120 familias.

En San Fernando, las ayudas concedidas desde el estado de alarma han sumado más de 1.900 prestaciones, con más un millón de euros ya abonado, según los últimos datos facilitados a la SER por el Ayuntamiento. Junto al remanente de tesorería y los fondos del presupuesto ordinario, San Fernando prevé invertir 2,3 millones de euros de recursos públicos para atender las necesidades creadas por la pandemia. "Nuestro máximo reto es que nadie se quede atrás", ha explicado el delegado del área, Jaime Armario. El Ayuntamiento, en este tiempo, ha duplicado las subvenciones a entidades sociales y ONG, ha aumentado los programas para personas sin hogar, y abrió varios colegios para colaborar el reparto de la comida del sistema de garantía alimentaria. Según explican desde el Ayuntamiento, desde agosto se siguen concediendo ayudas pero ya por los cauces habituales.

El verano trajo a la bahía de Cádiz la vuelta a datos de antes de la pandemia en los servicios sociales. Pero la continuidad de la enfermedad, el incremento de casos, el agravamiento de la crisis económica y la falta de soluciones inminentes hace prever a los ayuntamientos un repunte de nuevo en la demanda a partir de este mes y el que viene. Las plantillas, gracias a programas como el de Invierte Social de la Diputación, han conseguido aumentarse en los servicios municipales. Las trabajadoras sociales seguirán en primera línea.