'Viejos cascarrabias', por Pepe Belmonte

Murcia

Los predicadores de la muerte

La pandemia está dejando al descubierto la auténtica cara de ciertos personajes e instituciones. En Murcia, por ejemplo, contamos con el caso del ilustre presidente de la Universidad Católica, José Luis Mendoza, quien ha puesto de moda la palabra “chis”, para referirse al chip que, según él –lo que es palabra de Dios– nos quieren implantar con fines perversos si accedemos a la futura vacuna contra el virus.

Fuera de nuestra región, encontramos a célebres “negacionistas” como Miguel Bosé, quien, definitivamente, parece haber perdido la cabeza y haberse convertido en un viejo cascarrabias, quizá motivado por el prolongado encierro y por su falta de talento para hacer otra cosa que no sea cantar.

Y por si todo ello fuera poco, en el mercado editorial proliferan los libros en los que los falsos profetas del siglo XXI creen haber hallado la solución de todo este asunto. La mano negra que quiere acabar con la especie humana y, ya de paso, con el mundo.

En una de estas obras, aparecida en una editorial seria como Martínez Roca, su autora, Cristina Martín, deja en el aire preguntas como ¿Por qué tanta insistencia en que nos confinemos en casa? ¿Cuál es el origen real del virus? ¿Por qué no ha contado China toda la verdad?

Un libro que, como otros tantos de su misma clase, que están entre los más vendidos actualmente, más que aclararnos nuestras dudas, añade angustia a la angustia que desde hace varios meses nos atenaza.

Decía Shakespeare, siempre al quite ante este tipo de males, que “es deber de todo hombre recomendar paciencia a aquellos que se retuercen bajo el peso de la angustia”.

Pero nadie le hace caso. Ni siquiera leen sus libros.

Pepe Belmonte