"A las Hijas de la Caridad nos duele que se cierre el centro de transeúntes y esa gente se quede en la calle"

Puertollano

Una historia de prácticamente ocho décadas, que tenía a Sor Petra, Sor María y Sor María Luisa como últimas exponentes de esta congregación en Puertollano, y que se cerraba el 21 de octubre, con el traslado a Manzanares de dos de ellas, mientras que la tercera ha encontrado nuevo destino en la localidad murciana de Águilas. Su historia se remonta a 1947, cuándo llegaban para fundar y gestionar el colegio María Inmaculada, aunque a lo largo de los años han prestado otros muchos servicios sociales. Sor Petra lo contaba en la entrevista que mantenía esta mañana en  Radio Puertollano Cadena SER

La despedida de las Hermanas de la Caridad llega como consecuencia del cierre del Centro de Transeúntes que gestionaba Cáritas el pasado 30 de septiembre. Un recurso que, a diferencia del colegio, que hace años pasó a ser gestionado por la Fundación Fe y Evangelio, o la guardería que fuera de Cáritas en la calle Aprisco, que continúa bajo gestión privada desde 2017, desaparece de Puertollano, dejando tras de sí el despido de tres personas, dos vigilantes y una cocinera, y sobre todo, un vacío asistencial para las personas sin hogar en esta localidad

A estas circunstancias se une una realidad que afecta a ésta y otras muchas órdenes religiosas, tanto masculinas como femeninas, en nuestro país y en toda Europa: la crisis de vocaciones. En Cadena SER, Sor Petra ofrecía una explicación sociológica a este fenómeno, relacionado con las dificultad cada vez mayor de que las personas asuman compromisos de por vida, y también apuntaba a la acción de las ONG y sus programas de voluntariado, que ofrecen la posibilidad de ayudar al prójimo pero sin exigencias vitalicias

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Esta congregación, fundada en 1633 por Vicente de Paúl y Luisa de Marillac, tiene como lema " Servir a Cristo en los pobres" y en la actualidad mantiene su obra social en dos localidades de la provincia, Manzanares, con un colegio y una residencia, y Villanueva de los Infantes, dónde gestionan otra residencia de ancianos. En Puertollano perviven las Hermanas de la Cruz, los Salesianos y los Claretianos