Los presupuestos municipales de 2021, un año durísimo, se van a volver a retrasar

La cuarta modificación de créditos, necesaria para atender las necesidades sociales, está sobre la mesa desde el pasado mes de julio sin que el bipartito sea capaz de consensuar los suficientes apoyos para su aprobación.

Un mal precedente. Por varios motivos, porque los presupuestos municipales de 2021 -un año durísimo por las consecuencias de la pandemia- se van a volver a retrasar. Ya estamos acostumbrados a que entren en vigor una vez agotado prácticamente el primer semestre del año. Y porque van a tener difícil conseguir apoyos, pese a la mano tendida del grupo socialista.

Barcala lleva en la alcaldía desde mediados de 2018 y solo gracias a que 2019 era año electoral y a la capacidad negociadora del entonces concejal, Carlos Castillo, logró sacar las cuentas municipales con un apoyo holgado.

Ahora, en estos tiempos que corren en los que se reclaman amplios consensos y una política clara y definida para atender la urgencia y para fijar el rumbo de la ciudad, no parece que ese vaya a ser el camino a escoger.

Siempre queda el vergonzante recurso a Vox.

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