Ser el cambio

Cartagena

SER EL CAMBIO

Si hay un concepto pertinaz en nuestro vocabulario es la palabra cambio. En estos tiempos una parte importante del mundo se hace esta pregunta ¿qué debemos cambiar?

Pienso, que debemos modificar todo lo que ya no sirve.

Les invito a cada uno de ustedes a un chequeo particular, ¿qué hábitos, qué creencias, qué personas, cosas y verbos ya no les sirven? ¿Merece la pena repetirlos, y aceptarlos por puro conformismo, por el qué dirán o por imitación cultural y social? ¿Seguirá usted siendo el mismo después de todo lo vivido? ¿Cuántas pasiones hemos dejado en el camino? ¿Vivimos la vida que deseamos vivir?

Esta reflexión es fruto de conversaciones con taxistas, dependientes, funcionarios, alumnos, sanitarios, amigos y familiares que sienten que han vivido en piloto automático, repitiendo hábitos y costumbres que pertenecen a otros tiempos. Hoy vivimos un periodo complejo, y nos cuestionamos ¿cómo hemos acabado aquí, y por qué hacemos lo que seguimos haciendo?

Ese “porqué” es la mayor fuerza de motivación. Y hoy, más que nunca, merece la pena marcar en nuestra brújula particular el norte.

Aquello de «más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer», yo no lo comparto. Tenemos que estar dispuestos a pagar el precio que requiere cada cambio.

Nada es perfecto pero todo es perfecto.

Cuanto más salario, más exigencia.

Más poder, mayor responsabilidad.

Más libertad, requiere más disciplina.

El desafío requiere esfuerzo.

Actuamos como un programa de windows. Actuamos por imitación.

El mundo cambiará porque cada uno de nosotros cambiaremos un poco y ese salto merece la pena.

Mar Casas.

www.marcasas-protocolo.es