"Después de lo de Biden, me quedan aún 26 años por delante para poder ser presidente", por Emilio Ivars
Escucha 'La pizarra' de los miercoles en Hoy por hoy con el ex diputado y maestro de primaria

Vista de Times Square (Nueva York) durante la campaña de las presidenciales en EE. UU. Noviembre 2020 / Getty Images

Murcia
Ilusión.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
La pizarra de Emilio Ivars / Ilusión (11-11-20)
Buenas tardes. Hoy te lo voy a poner fácil en esta, nuestra pizarra. Te pido que pienses, por un instante, en esas cosas, esas personas, esas situaciones.... que te han ilusionado en lo que llevamos de 2020. Anótalas en la pizarra y no las pierdas de vista. Da igual que sea una, dos, o a lo mejor ninguna. Apunta lo que pase por tu cabeza. Si la pizarra se queda en blanco, déjala. Hablemos de lo que te ilusiona o te puede ilusionar.

Emilio Ivars, maestro y ex diputado en la Asamblea Regional / Cadena SER

Emilio Ivars, maestro y ex diputado en la Asamblea Regional / Cadena SER
Este 2020 se está convirtiendo para ti -desde principios de año- en una pesadilla; para todos lo está siendo. Y en épocas de desesperanza, ya sabes, cualquier minúsculo rayo de luz te transmite esa mínima ilusión y esperanza que necesitas para continuar, para ver con algo de optimismo ese futuro grande que, esperas, nos aguarda más pronto que tarde.
Sé que te cuesta decirlo, pero en esa pizarra has anotado -seguro- el nombre de algún o alguna periodista de los que, prácticamente a diario, escuchas en la radio, lees sus crónicas o editoriales o sigues en televisión o en redes sociales. No te sorprende, para nada, que se te haya ocurrido ese nombre.
Los medios de comunicación, sus profesionales, están haciendo una labor ingente para informarte a diario, para transmitirte ese mínimo rayito de esperanza. Sí, te dan continuamente esos datos negativos que parece que no hay manera de doblegarlos, pero, al mismo tiempo, te ofrecen cualquier atisbo de noticia de que esto va a pasar lo más pronto posible.
Recuerdo cuando, en ocasiones, me dices '¡Hombre, parece que hay alguien con criterio diciendo cosas en la radio!'. Te lo escucho y ya sé que ese día lo has pasado con un poquito más de ilusión de lo normal.
Has anotado, también, el nombre de alguna de tus amigas o amigos, de esos que -los hay y muy buenos- con una simple y corta llamada, un mensaje de dos palabras en un WhatsApp o un saludo a 2 metros de distancia te ayudan a llevar el día con más optimismo e ilusión. Si es que, en estos tiempos, como te digo, lo más sencillo del mundo, te recarga las pilas. Tampoco te sorprende que hayas decidido escribir su nombre en la pizarra.
Y, conociéndote, es probable que en esa pizarra hayas puesto Joe Biden. Lo estás mirando de nuevo, lees su nombre y te estás preguntando cómo es posible que un abuelo de 77 años haya sido capaz de ilusionar (en gran o pequeña medida) a cuatro quintas partes del mundo. Te cuestionas si esto en España sería posible o lo de abuelo, para empezar, lo trataríamos de forma despectiva. ¿Cómo es posible que este hombre, metido en política activa desde los 30 años (en España ya lo habríamos desterrado 5 veces), te esté, nos esté dando un soplo de aire fresco en este final de 2020?
Acostumbrado tú, en los últimos tiempos en España, a la aparición de los outsiders políticos -esos que se venden como provenientes de fuera de la política- te sigues planteando cómo es posible. 77 años casi 78, presidente de los Estados Unidos, una esperanza y una fuerte ilusión para el mundo. Pero ¿cómo puede ser? te dices. Y es que, te respondes tú mismo, el servicio público no entiende de edades, no entiende de género, de religión, o de origen étnico -ahí tienes a la futura vicepresidenta Kamala Harris-. Se trata, como en medio de un improvisado llanto nos contaba esta semana el reportero de la CNN Van Jones, de saber que contar la verdad importa, que ser una buena persona importa. Y para eso no hay edad ni límite.
Lo cierto es que necesitas, necesitamos, ese rayito de esperanza, de ilusión. Algo a lo que puedas agarrarte cada mañana, pensando que, a la vuelta de todo, probablemente muchas cosas sean diferentes, pero, en esa diferencia, algunas serán muchísimo mejor.
Esta semana Joe Biden, por un lado, y la farmacéutica Pfizer, por otro, te han dado -nos han dado- dos rayitos de esperanza. Esa vacuna que, sin generarte excesivas expectativas (no vaya a ser que la cosa no sea tan rápida), parece que va viendo el final del proceso.
Yo te veo en la próxima pizarra. Un poco más ilusionado, porque después de lo de Biden, me quedan aún 26 años por delante para poder ser presidente. ¡Ahí es nada! Hasta la próxima semana.
Emilio Ivars Ferrer