La segunda ola en Salamanca: los positivos doblan su cifra y el ritmo de muertes diarias desciende a la mitad

Salamanca

El pasado 4 de agosto se detectaron 21 positivos de coronavirus en la ciudad de Salamanca, según los datos oficiales de la Junta de Castilla y León. Ese día fue la primera jornada en la que, tras la finalización del confinamiento y de la llamada ''primera ola'' se superó la veintena de positivos en la enfermedad en Salamanca. Y, desde entonces, la tendencia se ha mantenido al alza hasta superar en tres jornadas los 300 positivos diarios en la provincia, un dato extremo para una población de 330.000 personas, aproximadamente.

A partir de entonces, con el verano aún en marcha, se comenzaron a registrar más ingresos en el Complejo Asistencial de Salamanca (el 16 de agosto se superó la veintena también en las plantas, mientras que el resto del verano la cifra de pacientes llegó a descender a los cuatro pacientes tan solo), también se registraron más altas médicas a diario (once se dieron el 28 de agosto, récord desde el final del confinamiento), pero también empezaron a repuntar las muertes diarias por la COVID-19: a diario se daban entre ninguno y dos decesos, hasta que el 23 de septiembre se produjeron tres.

Así las cosas, todos los indicadores comenzaron a dispararse progresivamente: los contagios diarios, los ingresos y, por desgracia, los fallecimientos. Pero entre la primera y la segunda ola de la enfermedad en la provincia de Salamanca hay notorias diferencias, al igual que en buena parte del territorio español.

Los óbitos diarios en Salamanca han bajado su ritmo considerablemente entre la primera y la segunda ola. Decir que ''estamos mejor'' es mentir, ya que cualquier fallecimiento es un fracaso en lo que a combatir la enfermedad se refiere. Sin embargo, sí es justo hacer una comparación entre marzo y abril, y entre octubre y noviembre, para conocer cómo se ha ralentizado el nivel de muertes en Salamanca, al tiempo que los contagios se han multiplicado.

Entre el 18 de marzo y el 18 de abril, la peor época de la pandemia del covid en Salamanca, se registraron en total 270 muertes en el Complejo Asistencial. De hecho, el 2 de abril se registraron 20 muertes en apenas 24 horas. Las cifras diarias superaban habitualmente la decena de fallecimientos: entre el 27 de marzo y el 6 de abril hubo, cada día, entre 11 y 20 muertes diarias.

En esta segunda ola, por contra, el mayor número de óbitos diarios en Salamanca ha sido de 7 muertes, cifra registrada el 4, el 6 y el 10 de noviembre. El resto de fechas, se registran de media entre ninguno y seis decesos. De hecho, en el período que va del 10 de octubre al 10 de noviembre se han notificado 102 muertes en el Complejo Asistencial de Salamanca. En total, desde el inicio de la COVID-19 y sus estragos en la provincia, se han dado 540 decesos en los hospitales charros.

Los porcentajes son claros: en lo peor de la primera ola se produjeron el 50% de las muertes totales por el covid en Salamanca; en lo peor de la segunda, el 18,8%.

Y mientras las muertes entre una y otra ola se han reducido en más del 50%, los nuevos contagios se han multiplicado. En los meses de marzo y abril fueron, de media, entre 60 y 90 los casos registrados, con un pico de 150 positivos. Ahora, en este segundo período, se han alcanzado los récords totales en la provincia charra, con más de 300 positivos a diario, y una media en las últimas semanas que ronda los 200 contagios confirmados.

Cierto es que, ahora, el sistema sanitario está más capacitado para realizar pruebas PCR para detectar el virus, igual que los tests rápidos de antígenos. En la primera ola fue habitual conocer, a través de las voces autorizadas de los sindicatos médicos y de los propios profesionales, la problemática existente para poder realizar centenares de pruebas en poco tiempo.

Las cifras lo dejan claro: en la segunda ola hay el doble de positivos a diario. Sin embargo, los fallecimientos en 24 horas han caído enormemente, más de la mitad. No estamos mejor, pero nada tiene que ver este panorama de octubre y noviembre, con el de marzo y abril.