Al Sevilla le encantan los últimos minutos

El Sevilla tiene una especial alianza con los últimos minutos. No hay duda. Aunque hay que explicar, porque no todos lo entienden, que no es sólo cuestión de suerte. Cuando ocurre en tantas ocasiones, hay otras razones. Es un equipo que nunca le pierde la cara a los partidos, que es difícil de tumbar antes del final y que, sobre todo, saca corazón y fútbol para derrotar a este tipo de equipos en el tramo final. Lo hizo en el último instante de la primera parte con el gol de En-Nesyri y en los últimos minutos de partido con los tantos de Escudero y Munir.

Comenzó el equipo de Lopetegui como un tornado. Cinco ocasiones de gol en los primeros minutos presagiaban una goleada histórica. No era normal tal superioridad ni la pájara del Celta con nuevo entrenador. Así marcó Koundé. Nadie apostaría en ese momento por lo que ocurrió después.

El partido sufre una metamorfosis total con el error de Vaclik que le costó el empate, de Aspas. Apareció el diseño de partido que había preparado Coudet. Calidad y velocidad para superar la presión del Sevilla y explotar los espacios. Dicho y hecho. Carrera de Aspas y gol de Nolito.

El Sevilla jugó con un error inicial de Lopetegui que tardó muchísimo en corregir: Óliver Torres en la banda izquierda. Ni determinante en el juego de ataque y, sobre todo, muy vulnerable en su banda. Sin embargo, Navas se fue activando poco a poco en el partido y sacó un centro, con tiempo cumplido, para que En-Nesyri le ganara la acción a los centrales. El marroquí es capaz de lo peor y de lo mejor.

Durante toda la segunda mitad, el Celta estuvo más cerca del gol, salvo a la hora de la verdad. Vaclik salvó, sobre todo en un lanzamiento de Santi  Mina. Los cambios revitalizaron al Sevilla que se preparó para su habitual asalto final. Pudo haber marcado antes en una jugada de gran calidad de Idrissi que no encontró rematador. Muy buenas sensaciones del extremo en muy poco tiempo. Encontró el gol en el minuto 85 en zurdazo de Escudero que se envenenó al tocar en el defensor. Y, en la sigiuente jugada, remató la faena Munir, por si acaso.

Victoria muy sufrida, de mucho valor y con lagunas en el juego del equipo. Con dificultades, comienza a tomar velocidad en la Liga. Tenía mucha importancia el partido porque comienza un carrusel de partidos sin descanso y, siempre es mejor, comenzarlo con el buen sabor de una victoria, que era obligada por el rival y la situación.