"El futuro de los trabajadores de la concertada peligra sólo por la baja natalidad"

Jerez de la Frontera

De los 90 centros concertados de la provincia de Cádiz, medio centenar se concentran entre Jerez, la campiña, la Costa Noroeste y la Sierra de Cádiz. En total, unos 1.300 trabajadores entre docentes y no docentes viven estos días con expectación las noticias y las reacciones que se producen tras la aprobación de la nueva ley educativa LOMLOE, también conocida por la Ley Celaá, la énesima que se aprueba en cuarenta años sin consenso.

Este lunes hemos hablado en Hoy por hoy de Radio Jerez con Carlos Pérez-Gieb, representante de UGT por parte de los trabajadores de la concertada en el Consejo Escolar Provincial. En su opinión, el colectivo vive "con mucha preocupación porque hay una campaña por parte de patronales y sindicatos que consideran esta ley perjudical y dañina para la concertada".

El responsable sindical se pregunta si hay razones para ese alarmismo, "porque ni se impide la libertad de elección de centro, ni se atenta contra la libertad de enseñanza, ni se cierran los centros de educación especial, ni supone una amenaza para los centros con concierto".

Lo que sí preocupa a los trabajadores, "es que todo el sector educativo está inmerso en una dinámica legislativa perversa en la que hay una sucesión interminable de leyes de una parte del espectro político que nada más echar a andar, inmediatamente son derogadas por el siguiente gobierno de turno".

Para Pérez-Gieb, esta ley "adolece de lo mismo que las anteriores, porque lo ideal sería un consenso social básico para terminar de tejer y destejer. Cada vez que se produce un cambio hay una inquietud por parte de los sufridores eternos, que son los trabajadores".

A la pregunta de si la nueva ley pone el peligro el futuro laboral de los trabajadores de la concertada, el representante de UGT cree que "no debe, y que el peligro radica más por otro fenómenos como es la baja natalidad, que supone una menor cantidad de alumnos que tiene que escolarizarse y provoca el cierre de unidades por falta de matriculaciones".

En este sentido, vuelve a insistir en la necesidad de "unir esfuerzos entre todos para una reducción de ratios, aumentar la calidad educativa y mejorar los resultados de Pisa teniendo un seguimiento más individualizado de los alumnos".