Ocultismo
Carlos Jurado Caballero
Jerez de la Frontera
Uno de los grandes errores en la gestión de la pandemia, si no el mayor, ha sido el ocultismo de la muerte.
El pretexto: no entrar en el amarillismo macabro, o peor, una medida precautoria para no poner en riesgo los confortables sillones de la casta.
La consecuencia, lo cierto, es que han evitado un baño de realismo que alimentara la precaución de la gente. Nos han privado de visualizar los rostros de la tragedia, la soledad, la agonía y el llanto. Muertos anónimos que acaban toda una vida alojados en un vertedero como una bolsa de desperdicios.
Nos ha faltado alimentar sin ningún pudor el miedo y el cuidado.Por eso me resulta jocoso, o nauseabundo, escuchar ahora que lo importante es la salud y, como salvaguarda, la precaución.
Y en vez de cadáveres, de dolor, nos han dado números. Muchos números.
Y falsos.