El Celta recupera la sonrisa

Vigo

El estilo del Chacho Coudet comienza a dar sus frutos. El Celta recuperó su mejor versión, especialmente en la primera parte, para vencer por 3-1 al Granada y salir del último puesto de la tabla, aunque no del descenso.

Desde el pitido inicial se vio un equipo agresivo, solidario y mirando con descaro a la portería rival. Las ocasiones no tardaron en llegar, pero, una vez más, falló la puntería de Nolito o Santi Mina. Sin embargo, el cuadro visitante fue el encargado de inaugurar el marcador en su primera ocasión tras una gran definición de Luis Suárez, que batió a Rubén Blanco con un toque sutil por encima del guardameta. Por suerte, los celestes reaccionaron en dos minutos al tanto del Granada gracias a un centro raso de Olaza que empujó a la red Nolito. A pesar de ser muy superior a su rival, Jorge Molina desperdició a portería vacía una ocasión que hubiese puesto el 1-2 al filo del descanso.

En el segundo tiempo bajó el ritmo del partido, pero no el de oportunidades del Celta. Santi Mina, Tapia y Nolito desperdiciaron tres remates claros dentro del área que no encontraron portería. Cuando todo parecía indiciar que el encuentro acabaría en reparto de puntos surgió la figura de Iago Aspas. La estrella celeste le puso un balón de oro a Baeza, que primero chutó al larguero, pero que tras dos rechaces logró hacer el segundo para los de Coudet. Poco después, de nuevo el genio de Moaña superó a Rui Silva en un mano a mano y colocó un esférico en el área pequeña que Fran Beltrán no desperdició para poner el definitivo 3-1 en el marcador en el minuto 84.

El plácido final del encuentro se vio interrumpido por una acción absurda de Okay que le costó la expulsión por roja directa tras revisión del VAR, que cazó al turco tirando de la oreja a Luis Milla cuando éste estaba tendido en el suelo doliéndose de una falta. Fue el único borrón de la segunda victoria de la temporada del Celta, que llega dos meses después de la primera.