10 de los 24 monjes de Silos sufren la Covid con síntomas leves

Burgos

Diez de los veinticuatro monjes benedictinos del monsterio de Santo Domingo de Silos han contraído la Covid, aunque solo uno ha requerido atención hospitalario y el resto tiene síntomas leves, ha informado el abad, Dom Lorenzo Maté.

Según la información publicada hoy por Diario de Burgos, el origen del brote no se ha identificado, aunque los monjes tienen algunas sospechas que ya han comunicado al equipo de rastreo y solo uno de 40 años ha requerido atención hospitalaria.

El abad ha asegurado en Hoy por hoy Burgos que los monjes se encuentran levantados y recluidos en sus habitaciones, que están acondicionadas con todos los servicios para que no sea necesaria su salida.  Además, están “habituados a cierto aislamiento y reclusión”, por lo que considera que les es más fácil vivir esta situación.

El abad de Santo Domingo de Silos, que este año ha ejercido como pregonero de la festividad de San Lesmes, patrono de Burgos, defiende en su pregón la vigencia del mensaje del monacato “que está vivo desde el siglo IV". El mensaje está accesible desde este miércoles en la página web del Ayuntamiento de Burgos, que se ha visto obligado por las medidas contra la Covid-19 a suspender la lectura del pregón con público.

En ese mensaje, grabado ayer mismo por el abad en el claustro del monasterio de Santo Domingo de Silos, Dom Lorenzo Maté ha recordado que el monacato surgió para llamar la atención a los nuevos bautizados que realmente no se había convertido, pero también con otras intenciones. “Se trataba de enseñar que el trabajo es digo, porque hasta entonces los romanos lo habían considerado algo propio de esclavos”, explica el abad.

También ha aprovechado el pregón para insistir en que “las luchas son internas de cada uno, contra sus vicios y pasiones, para aprender a dominarse y entregarse a los demás”.

Dom Lorenzo Maté ha señalado que le ha parecido algo extraño tener que grabar el pregón porque “no es lo mismo hablar a una cámara que a un auditorio de personas, que siempre es más cálido, aunque nos vamos acostumbrando”. Ha reconocido que los monjes también utilizan la tecnología, aunque no son grandes expertos y también se encuentran con las mismas limitaciones de velocidad y acceso que el resto de la población rural.