La prostitución se ha transformado durante la pandemia

Motilla del Palancar

Los datos conocidos en las últimas semanas señalan un descenso en la prostitución de Castilla-La Mancha, de alrededor del 40%, sobre todo en los prostíbulos, cerrados desde el pasado verano. Esta disminución es más bien una transformación tal y como afirma Belén Jiménez, responsable de In Género en la región y en la provincia de Cuenca, ya que de los prostíbulos se ha pasado a los pisos en los que se practica, y en los que ellos tienen más complicado acceder para trabajar y el colectivo se vuelve todavía más invisible y vulnerable. 

Desde que comenzó la pandemia asegura Jiménez que las demandas han pasado de ser jurídicas a ser humanitarias. Desde la asociación se han dedicado a facilitarles alimentos y productos básicos a los que no tienen acceso al ver reducidos drásticamente sus ingresos. Algo para lo que In Género ha contado con la ayuda de los Bancos de Alimentos, Ayuntamientos o el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha.

Desde In Género afirman que, el papel de la sociedad pasa por dejar de estigmatizar a este colectivo y escuchar sus demandas. Es un problema social con un debate abierto desde hace muchos años en el que se tiene pocas veces en cuenta la opinión de las propias prostitutas. Jiménez pide humildad y escucha.

Desde la asociación seguirán realizando un papel de acompañamiento y asesoramiento a todas las mujeres que se encuentran en esta situación y necesitan respaldo, ya que, tal y como asegura Jiménez, la situación mayoritaria con la que se encuentran es que no pueden regularizar su situación legal y laboral y eso complica salir de un entorno como este. Asegura que a pesar de la dificultad y lo largo del proceso, es posible salir.

La asociación atiende a todas aquellas mujeres que puedan necesitar ayuda a través de su web www.ingenero.es o de los teléfonos 670 96 26 16, 677 60 93 64 y 633 96 91 51