La incidencia de la pandemia en Salamanca sigue cayendo, aunque se ralentiza el descenso

Salamanca

Lo advertía este martes la consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado. Algunos datos de la pandemia del covid apuntan a que se podría producir un ligero estancamiento de las cifras en los últimos días. En la provincia de Salamanca los contagios, tras el fuerte descenso de las semanas previas, se mantienen ahora en datos similares en los últimos días.

El 20 de febrero se confirmaron 49 positivos; el 23 de febrero fueron 51, y el día 24 de febrero un total de 48 positivos. Cierto es que entre estas cifras, el domingo y el lunes las cifras descendieron hasta los 36 y los 12 positivos, aunque el ''efecto fin de semana'' que la pandemia arrastra desde el mes de marzo de 2020 dificulta que el seguimiento de las cifras esos días sea totalmente real.

Así las cosas, con los contagios diarios tendiendo a la baja pero en un momento de estancamiento, hay otras cifras que también indican la progresión descendente de la pandemia, pero con lentitud. El más evidente es el dato de la incidencia acumulada en siete días, es decir, el que indica cuál es la expansión del virus por cada 100.000 personas más recientemente. Desde el domingo se sitúa en el entorno de los 85 casos, pero aún no ha caído del nivel alto de peligro, cuya cifra se considera que debe bajar de los 75 casos por cada 100.000 personas.

Paralelamente al lento descenso de las cifras generales, el índice de reproducción del virus en la provincia de Salamanca está en un momento de leve expansión. También desde el fin de semana proyecta un incremento lento; el sábado se situó en 0,60, y este miércoles se elevó hasta el 0,72. En cualquier caso son cifras óptimas: siempre que esté por debajo de la unidad, este indicador muestra que el virus está controlado, puesto que cada contagiado infecta, de media, a menos de una persona.

La situación en este instante es similar a lo ocurrido a finales del mes de noviembre y el inicio de diciembre: los indicadores y los contagios descendían, pero no lo suficiente antes de la llegada de las fiestas navideñas, que provocaron un incremento importante de los contagios. Ahora ocurre algo parecido con la Semana Santa. A un mes de dicha festividad, las cifras de la tercera ola son excesivamente elevadas como para que se produzcan rebrotes.