La factura psicológica de no poder entrenar tu deporte

Santander

Se les está haciendo demasiado largo a padres, entrenadores y niños de aquellas disciplinas deportivas que se realizan en espacios cerrados, la espera para volver a la actividad. Tras el jarro de agua fría que supuso qué a pesar de lo dicho inicialmente, Salud Pública retrasara la vuelta de los entrenamientos en pabellones o espacios cerrados hasta que se consolide el nivel 2 de alerta sanitaria por el coronavirus, hemos hablado en Hoy por hoy Cantabria con algunos de los afectados.

Se han constituido en una Plataforma para tener más fuerza y han protagonizado concentraciones y manifestaciones. No entienden los criterios de la Consejería de Sanidad que rigen lo que está permitido y lo que por el contrario se prohíbe.

Fede Muñiz es director de arbitraje de la Federación de Judo, está al frente del club de Judo "Judo club Muñiz" y es deportista profesional, además de padre de tres hijos. En sus nueve centros imparten junto al resto de profesores de judo clases a más de 500 alumnos, pero desde noviembre solo lo puede hacer en centro de adultos.

“Nadie nos explica porque se puede hacer danza, como es posible que varias alumnas puedan bailar en una academia y, sin embargo, nosotros que contamos con un pabellón de 200 metros cuadrados y en un local que tiene siete metros de altura, no se nos permita ningún tipo de entrenamiento”, explica indignado.

“Nosotros nos hemos adaptado, a pesar de que el judo es un deporte de contacto, hemos cambiado la forma de impartirlo, las artes marciales se han adaptado con ejercicios que no son de contacto”, añade.

Asegura que están haciendo bien las cosas, que sus centros son sitios seguros ya que hay higiene exhaustiva y protocolos de limpieza y que en otras regiones se están permitiendo las artes marciales sin que haya habido contagios.

“No han visto caso por caso, nadie se ha acercado a ver como trabajamos, nos han cerrado y ya. Deberían analizar caso a caso y ceñirse al protocolo, ¿porque pueden hacer danza?, ¿Por qué se programas actuaciones de coros?, y sin embargo no se puede practicar un deporte como el judo de manera individual, se pregunta en voz alta, Fede.

Nuria León es vicepresidente de la federación cántabra de patinaje y asambleísta de la Federación Española. Explica que los criterios en cada comunidad son muy diferentes y en Cantabrialos afectados no comprenden el trasfondo de las decisiones de salud pública.

“En otras regiones con una tasa de incidencia más alta que Cantabria, están hasta compitiendo y aquí no nos permiten ni entrenar. No encontramos el sentido a estas medidas, porque se permite en espacios cerrados la danza y sin embargo, el patinaje en el que seis patinadoras pueden estar en un pabellón y ni siquiera mirarse,m no se puede”, argumenta Nuria.

Andrea y Aida tienen 16 y 14 años, iban al campeonato de España justo el fin de semana en el que se decretó el primer estado de alarma. Recuerdan la alegría cuando pudieron volver a entrenar después de meses y el mazazo que fue cuando en noviembre quedaron de nuevo suspendidos los entrenamientos en los espacios cerrados.

Ellas entrenaban dos horas al día, no saben cómo van a recuperar su fondo físico y saben que juegan con desigualdad de oportunidades con respecto a las patinadoras de otras comunidades. Explican que no solo es deporte lo que practican, es su manera de socializar y lamentan tener que estar en sus casas encerradas.

Nuria dice que se van a perder muchos deportistas en todos los deportes, muchos padres nos llaman y me dicen: “Haz todo lo que puedas, porque es llevarla a entrenar o llevarla a un psicólogo”.

Algunos padres llaman a los clubs para contar que los chavales lo llevan mal, que el tiempo que dedicaban a entrenar, ahora se lo pasan en el sofá, jugando a la consola, están engordando, se aburren, están irascibles y de mal humor.

Pedro Araujo miembro del comité de patinaje artístico y entrenador, dice que siente impotencia y desolación. “No puedes llevar una rutina con ellos, no les puedes ver, es imposible hacer deporte con ellos”.

Fede tiene tres hijos y considera injusto que su sobrino que ya ha cumplido los 18 años sí pueda practicar judo y sin embargo sus hijos no pueden. Claudia tiene 9 años, dice que disfruta mucho haciendo judo y que allí ve a sus compañeros, ahora en el cole no puedes ni pedir una goma al de al lado si se te olvida.

En la Federación de patinaje han pasado de 9000 fichas solo de base en 2020 a 27 fichas este año, no hay clubes funcionando, en la de judo de 2500 licencias están en 150.