No quieren salir

Cartagena

No quieren salir.

Ni los marrajos ni los californios quieren salir. La amenaza de que el coronavirus nos pueda crujir ha conseguido que las procesiones no salgan tampoco este año.

Y no es que lo hagan por ellos que, a fin de cuentas, si en algún sitio los capirotes mantienen férreamente la distancia de seguridad y van siempre con la cara tapada es aquí, en Cartagena. Los que no mantenemos la distancia somos nosotros, los espectadores.

Este año, pues, tampoco habrá procesiones pero no sufran, cuando todo esto haya pasado nos daremos cuenta de que han sido más los años que no han salido las procesiones por la lluvia que por la pandemia, ahora bien, hasta entonces, vamos a hacerlo bien.

Si esta semana santa toca salir poco, se sale poco. Si toca no ver a más de un amigo por tanda pues se hace. Si hay que volver a casa a las diez, se vuelve. Pero no hagamos tonterías ni seamos insensatos porque ya han muerto más cartageneros por coronavirus que por los bombardeos en la guerra civil. Ocurre sin embargo que, como la muerte es algo que siempre le ocurre a los demás, esa cifra terrible seguimos sin interiorizarla.

El año que viene vamos a tener procesiones hasta hartarnos, los granaderos van a empezar los pasacalles el domingo de carnaval, los marrajos van a salir aunque llueva o diluvie y el Martes Santo va a desfilar media infantería de marina en el piquete.

Lo que hace falta es que estemos todos allí para verlo.

Lleven cuidaico esta semana santa, paisanos.

José Muelas