Casa Caridad ha atendido en este primer año de pandemia a más de 2.500 personas

Valencia

Casa Caridad ha atendido en este primer año de pandemia a más de 2.500 personas. El perfil de los usuarios es el de personas que han perdido sus ingresos por culpa de la crisis, el 36% mujeres. Del total de los atendidos, el 44% es español y la mitad de ellos, valencianos.

El sábado, Casa Caridad cumple 115 años sin cerrar un solo día, y como todos, ha tenido que adaptarse para atender las nuevas circunstancias. La gerente, Guadalupe Ferrer, destaca que, cuando se decretó el estado de alarma, 120 personas que estaban alojadas en los albergues tuvieron que quedarse. No tenían domicilio y allí pasaron tres meses, entre ellas un matrimonio con un recién nacido. Es cierto que el comedor de la Pechina se cerró, pero se siguió atendiendo en domicilios o con cheques de supermercado. Ferrer no oculta que ha sido un año difícil, se han tenido que adaptar las instalaciones a las medidas de seguridad, abriendo ventanas donde no las había y tabicando recintos para establecer zonas aisladas. También haciendo PCR a los que acuden a los albergues, personas sin hogar de las que nadie se acuerda a la hora de programar la vacunación, como tampoco está contemplada para el personal que trabaja con el tercer sector y que ha sido, y es, personal esencial.

Casa Caridad advierte del cambio de perfiles entre sus usuarios. Personas con contratos precarios que los han perdido por la crisis económica derivada de la pandemia y que no lo vuelven a recuperar, familias que tienen donde vivir pero que no pueden pagar el alquiler o las facturas. Casa Caridad no solo les ayuda con la alimentación, también en la solicitud y tramitación de ayudas.