La Escudería del Tari

Cartagena

La Escudería del Tari.

Acaban de escuchar a Damián Francisco Tari Méndez, de 69 años de edad, nacido y residente en la población de Cuesta Blanca, perteneciente a la diputación de Perín del municipio de Cartagena.

Hoy por Hoy "el Tari" presta un servicio de venta y reparación de maquinaria agrícola y jardinería, muy necesario en la zona oeste, desde el taller que comparte con su hijo "Dami" que se dedica a la automoción. Es meritorio mantener una empresa en el medio rural durante más de 50 años.

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Nos situamos en una época en la que el único transporte público era el "coche de línea de Tallante", que hacía su trayecto hasta Molinos Marfagones y en la que además de carros y equinos, el uso de la bicicleta predominaba ante la ausencia de los coches. Por ese motivo el emprendedor Damián, con 15 años, decidió montar un taller de reparaciones de bicis, en un pequeño almacén junto a la "escuela de niñas", que en aquel momento fue la competencia del taller de Salvador "el Pirrino".

El Tari estaba preparando su salto a las motocicletas y la mecánica, por las que sentía pasión desde la infancia, conduciendo desde crio una vespa, con una caja de madera como portaequipajes, en la que repartía "los encargos" de la tienda de su padre y que arreglaba cuando se averiaba. Pronto dejó las bicicletas aparcadas y se pasó al mundo de las motos, que empezaban a introducirse en la vida cotidiana como un medio de transporte sencillo y asequible.

Damián aprendió "a base de coscorrones", montando y desmontando motores durante noches enteras "con las herramientas manuales de la época, en un banco de trabajo de madera que le hizo "El Lara ". Un hombre muy mayor le dijo en una ocasión que "Lo fácil, cualquiera lo hace, pero lo difícil, sólo los mejores" y a ese dicho se acogió desde entonces y con ese empeño se convirtió en un experto en repararlas y "darles velocidad a las motos".

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En 1969, aún sin la mayoría de edad, la escudería del Tari ya estaba en marcha. Damián como mecánico y como pilotos sus grandes amigos del pueblo: Gaspar Legal Solano y Carmelo Berlanga Vivancos, (Fallecido recientemente). A bordo de un Gordini 6 Voltios, que tiraba del remolque cargado con las motos, con más ilusión que recursos, comenzaron a desplazarse para participar en carreras urbanas puntuables para el campeonato de España, que durante las décadas de los años 60 y 70 se realizaban por las calles de las ciudades, seguidas presencialmente por miles de personas. En los pueblos de Valencia era donde más se movían. En Cartagena había mucha afición y buenos corredores y se celebraban diversos premios en un circuito que transcurría por La Alameda de San Antón y la Plaza de España.

En el año 1971, el Tari pudo comprar por 18.000 pesetas al Moto Club de Alicante, una Derbi 74 Gran Sport de competición que pilotaba Carmelo, con la que lograron grandes éxitos. "Los Cartageneros traen una cinco marchas", decían con recelo los de la Línea, cuando acudían al campeonato de Jerez de La Frontera. La marca DERBI, (acrónimo de DERivado de BIcicleta), siempre ha sido la preferida por el Tari. Derbi contó con famosos pilotos como Ángel Nieto, con quien coincidieron en muchas competiciones.

Tras muchas aventuras dignas de una película y después del paréntesis que supuso el servicio militar obligatorio, el Tari decidió cambiar su amor por las carreras de motos, por el amor a su novia: Eulalia Zamora García, conocida como Lali "la hija del Zocato de las Palas". Vendió todas las motos de competición y comenzó a construir su casa para poder casarse, como hicieron años más tarde.

El Tari continuó en su taller ampliado, reparando y vendiendo muchas motos, hasta que la despoblación rural, sumada al abaratamiento de los coches, lo hizo abandonar esa actividad definitivamente, adaptándose a los tiempos, tratando de adelantarse a lo que estaba por venir, siendo de los primeros en la zona en comercializar neumáticos y motosierras, en las que está especializado, rodeado de recuerdos y nostalgia, sin arrepentirse de lo vivido.

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La poca seguridad y los graves accidentes de aquellos circuitos urbanos, que transcurrían entre bordillos, farolas, balas de paja y viandantes, provocaron que fueran desapareciendo siendo sustituidos por circuitos de velocidad como el de Cartagena, que actualmente está envuelto en una polémica entre vecinos de poblaciones cercanas que se sienten molestos por los ruidos que provoca y otros que solicitan el apoyo al circuito. En otras pistas del país existen procedimientos de protección anti emisiones sonoras, como la instalación de barreras verdes, que podrían conciliar la actividad deportiva y económica del circuito con el bienestar de la ciudadanía.

Se despide esta firma con un trovo compuesto par esta ocasión por Natalia Martín, La niña de La Magdalena.

Autodidacta del motor

montó su escudería

y con el tiempo él se haría

de carreras emperador

con su sangre y su sudor.

Tari, Carmelo y Gaspar

comenzaron a viajar

vivieron muchas hazañas

dándose muy buenas mañas

para los trofeos ganar.

Conocido en Cuesta Blanca

por su gran conocimiento

en arreglos no atranca

te apaña en un momento.

Él, amante de su tierra

comenzó con bicicleta

motor y la motosierra

hacen su labor completa.

Que tengan buen fin de semana, radioescuchas de la SER de Cartagena.

El Garrancho