Juzgan al hombre que mató en Parla a su pareja con la que vivía a pesar de una orden de alejamiento

Parla

La Audiencia Provincial juzga este lunes a un hombre, A.K., acusado de matar en Parla, presuntamente, a su pareja, con quien convivía pese a tener una orden de alejamiento. Se le atribuye un delito de asesinato y quebrantamiento de medida cautelar por lo que la Fiscalía pide en sus conclusiones provisionales 26 años de prisión. Además, se juzgará también a su sobrina a quien se acusa de encubrimiento, según informa la agencia EFE.

Los hechos se remontan al 9 de febrero de 2019 cuando se produjo la primera agresión al regresar al domicilio de ambos. A raíz de una discusión por celos el hombre le propinó un bofetón y horas más tardes volvió a agredirla, causándola hematomas en los brazos. Tras la denuncia de lo ocurrido un juez prohibió al hombre, como medida cautelar, comunicarse con su pareja o aproximarse a ellas a una distancia inferior a 500 metros, hasta que se dictase sentencia definitiva. Sin embargo, el acusado durante todo el mes de abril estuvo llamando por teléfono a su pareja diariamente.

Según el fiscal, además de vulnerar la medida cautelar, ambos terminaron conviviendo en el mismo domicilio, al no ser la víctima “consciente del peligro que para ella entrañaba”. Así el 1 de mayo, cuando la mujer se encontraba en un bar el hombre fue allí y le arrebató el teléfono, volviendo al domicilio que compartían. De vuelta a casa, más tarde a las 6 de la madrugada, el acusado emprendió una discusión con su pareja y fue en el transcurso de la misma cuando le propinó, “con gran violencia”, un golpe en la cabeza y le clavó un cuchillo en diez ocasiones, “con el ánimo de acabar con su vida”, según consta en el escrito del Ministerio Público. En el momento de la agresión la víctima se encontraba en “evidente estado de embriaguez” lo que disminuyó su capacidad de reacción y defensa.

Tras cometer, supuestamente, el crimen, cerró la puerta con llave por lo que el cadáver no pudo ser encontrado hasta cinco días más tarde, tiempo suficiente para que A. K. pudiera huir hasta Tánger, Marruecos, su localidad de origen. En su huida le ayudó su sobrina, quien, a pesar de saber lo ocurrido, hizo todas las gestiones para que su tío pudiera ir en autobús hasta Algeciras para coger allíel ferry hasta Tánger, según el relato del Ministerio Fiscal. Finalmente fue detenido el 23 de octubre de 2019 por las Policía en el puerto fronterizo de El Tarajal, en Ceuta, tras cruzar por su propia voluntad la frontera.