Recibe la vacuna de AstraZeneca y cuatro horas después la suspenden: "Es segura y la recomiendo a todos"

Gijón

La polémica generada con la vacuna de AstraZeneca no ha acabado, por el momento. Uno de los ejemplos es el de Rebeca González. A sus 27 años, esta estudiante de doctorado en Ciencias Políticas en Italia, vio como recibía el pasado lunes la primera dosis de la profilaxis británica y a las cuatro horas anunciaban su suspensión ante la aparición de trombos. "En términos de ansiedad lo llevé muy mal porque me puse muy nerviosa. Luego te empiezas a informar y la cosa cambia", ha explicado en SER Gijón.  

La gijonesa ha asegurado que se encuentra "bien. Sí es verdad que he tenido bastantes efectos secundarios, pero que no cunda el pánico: son tres-cuatro días pasándolo mal para el efecto que luego es muy bueno". Rebeca entiende que "es muy importante dar información y que a todo el mundo le quede claro que la vacuna es segura. Por mucho que tenga efectos secundarios, muchas los tienen. Al final, lo importante es transmitir el mensaje de que la gente vaya a vacunarse. Es igual de segura que el resto de vacunas", ha insistido.

Tras recibir la primera dosis, ya tiene fecha para la segunda: el 6 de junio, aunque contempla un retraso tras paralizar y volver a retomar su aplicación. No duda en que acudirá a la cita y ha avanzado que "voy a animar a todo el mundo a que lo haga". Italia no es el primer país que decide inocular a sus primeros ministros para dar seguridad a la población. González ha recordado que "la aceptación de las vacunas era muy alta y habrá que ver si las personas confían después de la polémica creada. La vacunación de los ministros es para publicitarla y, si de verdad es lo que pasa, me parece bien; de lo contario, no le veo sentido".

Pandemia similar

A Rebeca González le esperan, como mínimo, cuatro años en Italia. Después de un año, no ve demasiadas diferencias entre su país de residencia y España. "Están las cosas un poco peor, pero hasta ahora ha estado más o menos controlado". Su caso es el menos malo ya que vive en la Toscana, "en una de las regiones que menos incidencia ha tenido y más ricas de Italia. El tema del rastreo es bastante bueno y el espíritu de quedar fuera de casa se ha transmitido desde el principio. Los ciudadanos han cumplido bastante, aunque en términos de regulaciones es otra cosa", ha sonreído.

La visión de la asturiana es que "en Italia las normas son más restrictivas, pero se cumplen un poco menos". En cuanto a un posible confinamiento, Rebeca rechaza la posibilidad para España. "No se lo puede permitir y la siguiente ola va a ser mucho más debil, si la gente se vacuna que es lo que hay que hacer. Si nos vacunamos y somos responsables, la cuarta ola va a ser más suave", ha insistido. Mientras, en Italia los cierres van por zonas, algo similar a lo que hacen Madrid o Asturias. "Yo no me he visto afectada, pero desde noviembre bares y restaurantes están cerrados desde las seis de la tarde y solo puedes utilizarlos para pedir comida a domicilio", ha añadido.

¿Cuándo regresará a Asturias? "No lo sé, aunque cuando puedo me escapo. Eso sí, de forma segura y haciéndome pruebas PCR", ha concluido.