Extraordinaria respuesta, una vez más

Aranda de Duero

La población arandina y ribereña ha vuelto a demostrar su compromiso contra el coronavirus: el 90% de los habitantes de la comarca que cumplen 65 años este año acudía en las últimas horas al llamamiento para recibir la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus. Un total de 550 personas nacidas en 1956 han pasado desde las diez de la mañana de este martes 6 de abril por el Centro de Jubilados de San Juan, en Aranda, procedentes de localidadess de las cinco zonas básicas de salud de la Ribera, donde han recibido la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca.

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Algunos han tenido que esperar más de una hora, puesto que el comienzo de la vacunación ha comenzado con un retraso de unos treinta minutos.De hecho, en algún momento la cola ha rodeado buena parte de la iglesia de Santa María

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Aún así, entre los vacunados, bastante más satisfacción que incomodidad. Y una extraordinaria actitud. “He venido por mí y por mis hijos. Por seguridad. Y por el entorno en el que vivimos. Si todos ponemos un poco de nuestra parte, creo que todo irá mejor” explicaba un vecino de Aranda. “Lo mejor es la vacuna, sea la que sea” afirmaba convencido Santiago, vecino de Fuentespina.

Una vez llegado el turno y terminada la espera el proceso apenas duraba un par de minutos, los suficientes para dar los datos, incluido el teléfono para ser convocados en tres meses para la inoculación de la segunda dosis, sentarse en una silla, descubrirse un brazo y recibir el pinchazo a través del que en menos de cinco segundos se inyecta la vacuna. Y después, reposo de otros diez minutos en el lado opuesto de la misma sala, en sillas separadas, para comprobar que no aparece ningún efecto adverso.

El porcentaje de población de 65 años que ha respondido al llamamiento para inmunizarse es el más elevado de todos los procesos de vacunación similares que se están llevando a cabo estos días en la provincia de Burgos: en Miranda acudió un 60% de la población diana a este llamamiento, en Villarcayo un 63% y en la capital burgalesa un 68%

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La evolución de la pandemia acusa el “efecto Semana Santa”

Paralelamente a la vacunación, que también continúa entre los mayores de 80 años, comienza a notarse el temido “efecto Semana Santa”, unosdías festivos en los que se sospechabauna cierta relajación de las medidas de protección, incluida la movilidad y los encuentros familiares y sociales. Se confirman los temores de un incremento de contagios tras los días vacacionales tanto en Aranda como en la comarca: la capital arandina acaba de volver a riesgo medio de transmisión epidemiológica, después de varias semanas en riesgo bajo, incluso habiendo estado un par de días en nueva normalidad. El cambio de tendencia de los útimos días se plasma en la aparición de 14 nuevos casos en la última semana, la mayoría de los cuales se han diagnosticado entre el sábado y el lunes.

Y la pandemia también vuelve a extenderse en la comarca, que llegó a estar libre de contagios y en nueva normalidad durante más de veinte días en el mes de marzo, hasta que el 27 de dicho mes se decretó un brote en Villovela de Esgueva. A esta localidad se han añadido otros tres municipios con casos confirmados en los últimos días: Pedrosa de Duero (donde todo apunta a la existencia de un brote de carácter social) Fuentespina y San Martín de Rubiales.