La Capilla de la Pura y Limpia del Postigo cierra por obras de rehabilitación

Sevilla

La imagen de la Pura y Limpia del Postigo ha sido retirada del culto este jueves ante el comienzo de las obras de rehabilitación de su Capilla, que permanecerá cerrada hasta que finalicen todos los trabajos de obra civil y restauración, un periodo que se estima será de casi cuatro meses. Asimismo, durante este tiempo retirada del culto, la talla de la Pura y Limpia Concepción será sometida a una restauración de conservación.

La junta de oficiales de la Hermandad, informando debidamente a los hermanos en el último Cabildo General Extraordinario celebrado, ha tenido a bien acometer estos necesarios trabajos que afectan íntegramente a todo el conjunto patrimonial de su sede canónica en el Postigo del Aceite. No solo la Santísima Virgen se verá restaurada, sino que los trabajos abarcarán al propio inmueble, así como otros elementos muebles de obligado mantenimiento, como son los distintos retablos que conforman dicho conjunto.

Los trabajos de obra civil, que se inician esta misma semana con la retirada del culto de la Imagen de la Santísima Virgen María, así como de los conocidos cuadros laterales que se atribuyen al círculo de Murillo, tendrán una duración aproximada de un mes. Posteriormente, se iniciarán los trabajos de restauración, cuya duración será de tres meses, estando prevista la reapertura de nuestra Capilla al culto tan pronto como sea posible.

La restauración de la Sagrada Titular será llevada a cabo por la empresa Gestionarte, bajo la dirección del doctor en Bellas Artes Benjamín Domínguez Gómez, quien simultanea su labor restauradora con su labor científica dentro del Grupo de Investigación para la Conservación y el Patrimonio de la Universidad de Sevilla. Igualmente es colaborador honorario del Departamento de Pintura de la Universidad de Sevilla y ha complementado su formación en el Área de Conservación Preventiva del Instituto de Patrimonio Histórico Andaluz (IAPH). Dicha restauración consistirá principalmente en la limpieza de la Imagen, reintegración de policromía perdida y otras actuaciones necesarias.

Igualmente, están previstos varios trabajos en los retablos de la Capilla, solucionando los diversos problemas de sujeción y soporte que presenta la base de nuestro retablo principal, así como los distintos desperfectos que se localizan. Por último, la obra civil de la Capilla, de una duración aproximada al mes y que empiezan la misma semana que viene, se centrarán principalmente en la solución de las distintas humedades que presenta la sede, tratando tanto el interior como exterior de la Capilla y resanando la pequeña espadaña. Asímismo, otra de las actuaciones más destacadas se centra en la instalación eléctrica de la misma, la cual, pese a no ser excesivamente antigua, presenta múltiples deficiencias por la exposición ambiental del inmueble.

Esta obra civil será acometida por la empresa de rehabilitación Geiser, con una trayectoria de más de 20 años en el sector de la prevención, construcción y mantenimiento de inmuebles.

La Pura y Limpia

La imagen de la Pura y Limpia Concepción de la Santísima Virgen María representa la iconografía de la Inmaculada Concepción en su estética tradicional: la Virgen María, de pie sobre la luna, juntando sus manos sobre el pecho.

Es la imagen una atractiva talla barroca de solo 80 cms. de alto, con fuerte sentido pictórico que le presta apariencia flotante y voladora. Asienta sobre media luna, cuyos picos se dirigen hacia abajo como estimaban los antiguos tratadistas del escabel.

Su autor es anónimo, aunque puede datarse a mediados del s. XVIII, pues en 1753 se contrata con Juan José González maestro entallador, la hechura del retablo de la Capilla, y es de suponer, que el dicho retablo serviría para entronizar la pequeña imagen de la Pura y Limpia que vendría a sustituir a la primitiva pintura mariana en torno a la cual surgió la Hermandad.

Este dato nos afianza además en la creencia de que la imagen de la Pura y Limpia, que por su estilo tuvo que ser realizada sobre la misma fecha, pertenezca al imaginero Pedro Duque Cornejo, que en la segunda mitad del XVIII, alcanza el cénit de su producción artística con las delicadas maneras y el movimiento contenido que la Virgen del Postigo emana en su composición.

Su pequeño tamaño, su mirada angelical, y la belleza de su aspecto volátil y etéreo han hecho que se trate de una imagen que cuenta con una grandísima devoción, no solo en el seno de la Hermandad o en su barrio del Arenal, sino en toda Sevilla.

La Capilla

La Capilla del Postigo del Aceite se sitúa junto al arco del mismo nombre, en la calle Almirantazgo, y en ella se venera desde hace siglos la imagen de la Pura y Limpia Concepción.

La edificación actual de la Capilla data igualmente de principios del S. XVII. Se trata de una construcción de planta rectangular, con un arco de medio punto cerrado en la actualidad por una reja y un cristal que permiten la visualización del interior de la misma de forma permanente, y rematado por una espadaña con una campana. Entre el arco y la espadaña reza escrita en azulejos la jaculatoria inmaculista: “BENDITA SEA TU PUREZA”

A mediados del S.XX se hizo una profunda restauración arquitectónica bajo proyecto del arquitecto Antonio Delgado Roig que incluyó la instalación de la reja (que sustituía a la anterior doble puerta de madera, la interior con cristales que también permitía la visualización de la imagen durante las horas del día en que permanecía abierta la puerta exterior).

En el año 2003 se remoza completamente la Capilla recuperando el funcionamiento de su campana, además de inaugurarse una iluminación artística financiada por la Fundación Sevillana Endesa, que permite el disfrute de la Capilla incluso en horas nocturnas. Se colocan así mismo unas lápidas conmemorativas de la oración del Papa ante la Imagen en la Statio Orbis de 1993 y el nombramiento de la Real Maestranza de Caballería como Hermana de Honor.

El retablo en el que se encuentra la imagen, de madera bañada en oro, está diseñado en estilo barroco tardío, y se fecha documentalmente en 1753 cuando se contrata su hechura con Juan José González, maestro entallador.