El juzgado prima la declaración de los testigos y pospone la del director de la Fundación Elder

Ciudad Real

El juzgado de primera instancia e instrucción numero 1 de Tomelloso pospone la declaración -de momento sin fecha concreta- del director de la residencia Elder de Tomelloso, Jose Manuel Sampedro, prevista para este viernes, en las diligencias de investigación abiertas. Procedimiento judicial, que se encuentra en fase inicial, donde se investiga un posible delito de homicidio por imprudencia y delito de omisión del deber de socorro.

Diligencias a instancias de la denuncia de varios familiares de esta residencia privada donde fallecieron entre febrero y junio del año pasado, 76 usuarios. 

Según fuentes del TSJCLM, consultadas por la Cadena SER, de momento se suspende la declaración prevista para este 16 de abril a las 10.00 de la mañana. El juez instructor se propone culminar todas testificales, al menos 6 profesionales entre técnicos de la consejería de Sanidad y trabajadores del centro. Testificales que ya han empezado a celebrarse desde el pasado 9 de abril  y que se consideran relevantes a efectos de contrastar y completar la documentación aportada en su día por parte de la consejería de Sanidad que intervino la residencia de ancianos donde tres de esos testigos realizaron entonces labores de inspección.

El resto, otros tres testigos, son trabajadores de la residencia que realizaron su labor antes y durante la intervención del centro privado.

Recordemos que estas declaraciones se están celebrando a puerta cerrada, dentro de la instrucción del procedimiento que tiene carácter reservado.

De momento no existe una imputación formal contra Sampedro, que sigue al frente de la residencia Elder, pero los familiares denunciantes advirtieron que durante la primera ola de la pandemia, no atendió las recomendaciones que le hicieron hasta en 3 ocasiones, desde el servicio de enfermería de la residencia para adquirir material de protección. Centro que abandono, el 10 de marzo, cuando saltó el primer positivo, sin previo aviso y dejando desamparados tanto a los ancianos como a los trabajadores, que se enfrentaron a la situación sin protocolo de actuación. Situación en la que ni siquiera el médico amplió su jornada laboral que solo acudía 2 horas por la mañana y otras 2 por la tarde.

Entre el 10 y el 16 de marzo se multiplicaron los contagios y se registraron los primeros fallecidos. El SESCAM empezó a vigilar el centro, fechas en las que el director no atendió  ni siquiera las llamadas, del Servicio de Salud de Castilla La Mancha siendo intervenida la residencia el 18 de marzo, fecha en la que sumaba ya 15 fallecidos y 61 contagiados.