El Ayuntamiento de Caracuel desbordado por la avalancha de solicitudes tras la oferta de trabajo y vivienda

Ciudad Real

Caracuel de Calatrava busca familias para repoblar la localidad. Se ofrece: vivienda en alquiler con patio y cochera, por 150 €/mes y las Instalaciones del bar por 5€ mensuales. Este es el anuncio del ayuntamiento con el que quieren combatir la despoblación en este pequeño municipio de la provincia de Ciudad Real de tan solo 146 habitantes.

Entre los requisitos: tener experiencia en la hostelería y, al menos, 2 hijos en edad escolar,  "porque la intención del ayuntamiento es que se queden en el pueblo", según ha dicho en la SER el alcalde Ismael Laguna.

La oferta no ha podido tener mejor acogida. Se han recibido hasta el momento 650 solicitudes, muchas de ellas incluso del extranjero en busca de un trabajo y una mayor calidad de vida. "Nos han llamado de Italia, Francia o América del Sur, de todas las nacionalidades", añade.

El alcalde de esta localidad, situada a 15 kilómetros de Ciudad Real y de Puertollano, defiende que el pueblo, pese a ser pequeño está bien comunicado y cuenta con numerosos servicios, como tienda, taxi, centro de internet, farmacia, fibra, consultorio local, biblioteca e instalaciones deportivas. Falta abrir el bar. Lleva cerrado desde hace un año, cuando terminó el anterior contrato de alquiler, que no se renovó por la situación sobrevenida a causa de la pandemia. Los vecinos ahora no dejan de pedir al alcalde su apertura. Un pueblo sin bar es un pueblo sin alma, ha dicho Laguna.

El viernes empezaron ya con el proceso de selección. En un mes esperan tener ya la familia seleccionada.

En Bazán, el bar se ha abierto después de dos años 

En Bazán, pedanía de Viso del Marqués, donde también el bar ha permanecido cerrado, en este caso dos años. Un matrimonio de Almadén, que vive en Santa Cruz de Mudela, ha decidido hacerse cargo del establecimiento.

Aquí, el llegar al bar fue por casualidad. Conocieron de su existencia cuando pararon en el pueblo un día que salieron al campo y lo vieron cerrado. Entonces vieron aquí la oportunidad de tener un trabajo. Los dos estaban en paro.

Ella es cocinera profesional, él tiene menos experiencia en el sector, ya que era albañil.

Así nos lo ha contado Teo Mohedano.

Ahora espera que funcione. Por el momento, en días de diario notan menos afluencia y es durante los fines de semana cuando más gente acude, también de otras poblaciones del entorno.