Al Eibar solo le queda el milagro para salvarse

La última vez que el Eibar ganó un partido en LaLiga, Donald Trump era todavía presidente de los Estados Unidos, estábamos digiriendo los turrones y esperando el rosco de reyes y el equipo de Mendilibar parecía navegar hacia la zona media de la tabla. "Por fin", pensamos el 3 de enero cuando se logó ganar en casa y quien más quien menos, pensaba que esa primera victoria como local sería el pistoletazo de salida a un 2021 tranquilo con la señas de identidad marcadas y visibles en el equipo. Nada más lejos de la realidad. 

La última vez que el Eibar ganó fuera de casa, el mundo no había conocido aún las vacunas de la pandemia y de eso ha llovido. El equipo de Mendilibar va a llegar al mes de mayo con una única victoria como local y con 4 puntos en el año natural, dos datos que, lógicamente, explican por qué el armero es el peor equipo de Primera.

Y más allá del talento, de la suerte o de los múltiples factores que deciden un partido, el de Mendilibar es un equipo que no transmite creer en la salvación. No lo hizo frente a un Levante que no se jugaba nada y tampoco frente al Granada que veía una mínima posibilidad de Europa League mientras tú sabías que incluso ganando no saldrías del farolillo pero que tenías que ganar. El aficionado neutral pensaría que los armeros ganarían por el mero hecho de "jugarse más" pero la temporada del equipo es tan mala que es incapaz de plasmar sobre el césped esa necesidad que debería hacerle ganar los duelos directos -y los partidos- ante equipos que ya tienen el trabajo hecho y no aspiran a nada. 

Sin embargo, el Eibar del último mes lo que evidencia son nervios, transmite una sensación cercana al pánico cuando equipo le llega a 3/4 de campo y eso teniendo a uno de los mejores porteros bajo palos que, además, está completando su mejor temporada. Mendilibar tiene a Kike García y Marko Dmitrovic en su mejor versión jamás vista, tiene el tejado pero los cimientos están mal asentados y el edificio hace demasiado tiempo que se ve que se va a caer. No es que le pegues un directo y se caiga, es que soplas desde lejos y el equipo se cae.

Quedan 18 puntos y estás a 5 del Valladolid porque el golaverage -con ellos sí- lo tienes ganado. Estás al lado de la orilla pero el Eibar parece estar nadando a contracorriente.