Se consumó la tragedia (2-1)

Córdoba

El Córdoba jugará en la cuarta categoría del fútbol español la próxima temporada (la antigua Tercera División) tras una de las temporadas más desastrosas de la historia del club. La tragedia se consumó en la última jornada, pero venía gestándose desde hace muchos meses. Desastre absoluto, sin paliativos ni excusas posibles.

El Córdoba, que hace seis años jugaba en Primera División, estará en la cuarta categoría la próxima campaña. La pesadilla es una realidad y solo queda recomponer la figura, reflexionar y empezar de cero un proyecto serio de verdad, con unas bases firmes que permitan pelear por ascender el año que viene. No queda otra, pero ojalá se haga con una limpia total en el club.

No hay consuelo para la decepción de una afición que estalló tras el pitido final ante el Cádiz B. Con una plantilla plagada de "nombres", pero escasa de dignidad profesional en su gran mayoría, en ningún momento de la temporada se ha dado la sensación de que pudiera llegar un final feliz.

Ante el filial cadista el equipo jugó de manera aceptable y ganó, pero se dependía del filial del Sevilla, que no falló ante la Balompédica Linense ( 3-1). Era previsible y se consumó tras una mañana que pasará a la historia negra reciente del cordobesismo.

La aparición de canteranos en las alineaciones llegó demasiado tarde. Quizá si eso hubiera ocurrido antes, la solución final habría sido diferente.

Llega el momento de pedir responsabilidades a quienes han perpetrado este desastre (dirección deportiva), a quienes lo han permitido de una forma aboslutamente complaciente (directiva) y a quienes han manchado el escudo semana tras semana sin pudor alguno (jugadores y cuerpo técnico).

Se acabó este mal sueño. A partir de ahora toca responder interrogantes y pensar en el futuro. El Córdoba se levantó muchass veces en el pasado y lo volverá a hacer. Seguro.