CSIF denuncia que Instituciones Penitenciaras no tiene plantilla para la nueva cárcel

Soria

Once años después del inicio de las obras, el Centro Penitenciario de Soria se pondrá en funcionamiento en el segundo trimestre de este año 2021, según informó hace unos días la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias SIEPSE. Lo hará con cuatro de los ocho módulos. La idea es que se inaugure en julio, con año y medio de retraso sobre la última previsión.

Primero hay que aplicar una limpieza general del Centro para la entrega del mismo y de sus instalaciones a SIEPSE, según indica el pliego para la contratación del servicio de limpieza. Pero el escollo que obstaculiza la apertura es la falta de funcionarios con una RPT sin aprobar. Miguel Borra, presidente nacional del sindicato CSIF, explica que Instituciones Penitenciarias no se ha puesto en contacto con ellos para explicarles de qué manera va a cubrir las plazas necesarias para abrir los primeros módulos.

Los edificios nuevos empezaron a construirse en 2010 y el grueso de la obra finalizó en 2014. Dio empleo a 700 personas de forma indirecta y trabajarán 419 funcionarios cuando se abra al completo. La inversión rondó los 100 millones de euros, más otro millón que costó la construcción del colector y 6 millones el equipamiento. La intención es que trabajadores e internos vayan haciendo el traslado de manera paulatina en el mes de julio. Miguel Borra puntualiza que los 110 trabajadores que integran la plantilla actual son claramente insuficientes.

Javier de Diego, delegado responsable de CSIF en la prisión de Soria, denuncia la falta de información con los trabajadores después del anuncio de que su traslado se producirá en dos meses. El nuevo centro penitenciario de Soria, ubicado en el paraje de La Laguna, ocupa 25 hectáreas; tiene 684 celdas repartidas en ocho módulos, más 152 en enfermería y régimen cerrado. En total, capacidad para más de 800 internos. Primero, dice Javier de Diego, sería necesario cambiar la categoría de la cárcel, y eso no se ha producido.

La de Soria es la única macrocárcel que queda por abrir de las que se construyeron a la vez el mismo año. El sindicato pide abrirla bien, porque se necesitan casi 200 efectivos nuevos para poner en funcionamiento de dos a cuatro módulos.