Los tatuajes de 'Melo' Trimble, director de juego de Fuenlabrada

Bilbao

Hoy toca una ración de Romelo 'Melo' Trimble. Sí, ese jugador que esperaba incorporarse al Movistar Estudiantes el 11 de marzo de 2020. Pero la crisis sanitaria imposibilitó su fichaje por el conjunto colegial. El Fuenlabrada le llamó y aquí esta, como máximo anotador de la ACB.

Criado en los alrededores de Washington, en Upper Marlboro (Maryland), tenía el baloncesto como un pasatiempo hasta que a los 13 años comenzó a formarse en su interior la idea de ser profesional. En el High School se lo empezó a tomar en serio. En 2014, cuando aún jugaba en el instituto, fue seleccionado en el prestigioso partido McDonald's All American, que suele descubrir a las futuras estrellas.

Su paso por la Universidad de Maryland fue destacado y en su segunda campaña universitaria recibió una llamada muy especial: la de la superstrella Stephen Curry. Era el año en que los Warriors ganaron su primer campeonato. Le escribió una carta y le envió un mensaje de vídeo para que fuera a su campus.

Eligió a Trimble como asesor porque confesó que veía en Melo a un jugador muy similar a sí mismo en el instituto. Y Trimble aprendió a tener confianza en lo que hacía gracias a Curry. Eyenga ha sido el mentor en el 'Fuenla' de este apasionado de los videojuegos: especialmente el 'Call of Duty', ya que al 'NBA2K' de baloncesto no le parece nada bueno.

También le apasionan los tatuajes. Tenía un compañero en colegio que era un artista y le regaló dos. A partir de entonces le pidió un montón, hasta ocupar gran parte de su cuerpo. Por ejemplo, lleva a su hermana pequeña Taylor en el antebrazo. Tiene también un hermanastro, pero apenas guardan relación. En una pierna aparecen su abuela, que murió hace dos años, y su madre.

Tenía tres amigos íntimos de joven y los tres se pusieron en el mismo sitio un tatuaje con la letras MBK, siglas de My brothers keeper; en castellano, el guardián de mis hermanos. El dibujo gran grande está en la parte alta de la espalda, pone Trimble, con una M muy grande por Maryland, su tierra natal. No comió antes de hacérselo y se desmayó. Tuvieron que parar la obra y se fue a un restaurante llenar la barriga.

En el otro antebrazo tiene un faraón inacabado y, como se ha hecho musulmán, dice que no debería seguir, pero, ya que estamos, tendrá que rematarlo. Le gustan las culturas africanas. De todos modos, argumenta que todos le han dolido mucho y que, literalmente, era bobo cuando empezó a hacérselos, que muchos ahora no se los haría. Intentará el Bilbao Basket tatuarle una derrota.